En
Sueño Profético decían:
¡Qué
grande es el Amor de Dios, y que no lo vean los hombres!
¡Qué
grande es su Poder, que un movimiento de tierra destruye el edificio de más
altura y de más valor que haya hecho la mano del hombre, y puede dejar la
montaña en llano y a los ríos darles altura y anchura, que son los reboses que
hacen daño si no avisan!
Dijo
un espíritu de Dios:
Si el que
Dios trae Aquí no viviera Amor de Dios y Poder que Dios le pone, su pensar
sería con lágrimas de día y de noche.
La
noche pasada el sueño fue tan corto que hacía pensar: “¿Podré yo enfermar? Pero
si mucho duermo dejo Esto quieto, y Dios me hace pensar que Esto se cunda cada
día más”.
Este
pensar fue de la noche pasada, pero al despertar, ya el pensar cambia porque
oyes Palabras que no son de la Tierra.
Desperté,
oí:
La
Fuerza que Dios te da, piensa que mientras viva tu cuerpo, no te faltará.
Si esta
Fuerza te faltara, los espíritus del mal, a los que tienes cerca, te los quitaría.
Decían
en el arrobo, que el hombre no pensaba que donde actúa Dios dan desprecio y
mala cara.
Esto
tienes que llevarlo como el barro el alfarero, con amor y siempre pensando: “Señor,
que todo salga bien, que Tú tienes el Mando”.
“Señor,
no dejes que los espíritus malos me hagan que deje lo que yo tanto amo”.
Este
pensar lo lleva el Elegido reservado.
Si
todos se unieran a este Mando, el Elegido no sufriría tanto.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C2
En la vida del Elegido de Dios,la nota más alta es siempre el Amor.
ResponderEliminarSus Oraciones son cortas pero gigantes en Amor y Obediencia.