Sufrir del cuerpo, sufrir del espíritu

En Sueño Profético decían:

Las dolencias que tiene el cuerpo del Elegido, las hace chicas, porque las compara con el bien tan grande que Dios le ha dado, que ninguno puede este bien hoy presentarlo.

Dijo un espíritu de la Gloria:

Aquí se hace comparación del sufrir del cuerpo con el sufrir del espíritu. El del cuerpo no puede estar oculto. El sufrir del espíritu, el que más ama a Dios, más lo esconde, porque sabe que al compadecerse de él, lo convierten en ofensas a Dios, al preguntarse por qué Dios lo permite. Este pensar le llega al que no está al servicio de Dios.

Desperté, oí:

Hablaban en el arrobo, del cuerpo del Elegido, del mal que siente y de que su cara no lo dice.

Este mal, si lo comparas con el mal que no es de cuerpo, ya ves doble sufrir y tienes que guardar silencio.

Ya se dicen palabras con el Mando de Dios:

“Que pronto sean más Libros publicados”.

Esto calla a los que no son de Dios. Cuando el cuerpo del Elegido muera, en la calle de éste, muchos se juntarán, y a éstos cuentas les pedirán por lo mal que lo hicieron negando sus prólogos para los Libros que son Palabra de Dios, dicha todos los días cuando llega la noche y el Sueño.

Esto, ya, cada día, más cundiéndose está. Que este cundir está dejando al descubierto a los que se dicen cristianos.

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Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C5