En Sueño Profético decían:
El que Dios trae Aquí,
algo se lleva ahí.
El que Dios trae Aquí,
es para que reparta Fuerza de Dios
y achique sufrir.
El que Dios trae Aquí,
te enseña a llevar la carga
que tú arrastrando llevabas
y más peso te daba.
Dijo uno:
Antes de Dios traerte Aquí,
lo tienes que ir tú pidiendo
con tu forma de vivir.
Pero un pedir que no sabes
para que te va a servir.
Tú lo haces por Dios
y le pides que te dé Luz
para no tropezar,
porque en el sufrimiento
te llega oscuridad y malos consejos,
que el que no ama a Dios los da.
El que Dios trae Aquí,
cuando vive con cuerpo,
para enseñar ahí,
tiene que haber pasado
caminos duros,
caminos largos,
caminos de soledad,
y todos dando de lado.
Desperté, oí:
Si enumeras las palabras
que el sufrimiento te ha hecho
y cómo han sido aceptadas,
verás que antes de ser Elegida
a Dios amabas.
El enfermo, sin llamarte,
tú oías su llamada
y, siempre que ibas,
mejoría encontraba.
Siempre achicabas defectos
que podían hacerse más grandes.
Siempre tenías la Presencia
del Único que podía ayudarte.
Que hay mucho sin Aquí poner,
para que el silencio
lo haga comprender.
A la carne enferma y al espíritu
les hace mucha falta esto
que Dios le enseña al Elegido.
Por buena vida que hagas,
te hace falta esta Enseñanza.
Pero tienes que pedirla
antes de que Dios te traiga.
Que este pedir no lleva
recomendación ni palabras.
Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C7
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