En
Sueño Profético hablaban de esta Escritura Divina que Dios dictaba en el Cielo.
Decían que primero era dicha y después dictada. Que el espíritu oía y luego la
materia tenía que actuar para que todo quedara escrito y sirviera de Enseñanza
para todos los hombres.
Dijo
uno:
Todo
lo que de Aquí vaya y sea dicho en público, debe acompañarlo el nombre del
Elegido. Pues de no ser así, los que están en contra de Esto por no Amar a
Dios, puede que hagan daño. Que esto no debe extrañarle al que esté cerca del
Instrumento de Dios. Al decir el nombre, nombran a la persona y nombran los
Libros, y esto hace que donde haya dos hablando de Esto, se dé a conocer el
nombre del Elegido; y donde haya muchos, se cunda y ya sean más conocidos los
discos, las cintas y los Libros que de Esto hablan.
Ya que
a las Palabras que de Aquí salen, el hombre no puede llegar, ¿porqué no hacer
que el nombre del Elegido suene más?
Desperté,
oí:
Lo que dicen en Gloria
es lo
que Dios manda dictar.
Si Dios quiere Escándalo,
Escándalo
se dará.
Que por Esto habrán luchado
para
decir que no es verdad.
Pero por mucho que luchen,
que
piensen que Esto es Divino y Legal.
Decían en el Reino de Dios,
que deberían llevar
papel y lápiz para escribir
Palabras que se le oían al Instrumento,
que
son de Aquí.
A esto lo que ya le hace falta
es
cundir y cundir.
Estas Palabras son intocables,
porque
a Dios no le puedes corregir.
Le pueden hacer daño,
por
dejar Dios el Permitir.
Pero ya el daño queda al descubierto
y el
triunfo es para el Instrumento.
***
Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C1
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