En Sueño Profético hablaban del Camino de Dios.
Decían que el que fuera por este Camino, ya se
encontraba con Dios. Y una vez que se Lo encontrara, ya todo perdía el valor de
las cosas de la Tierra, ya todo quedaba chico por cultura que tuviera. Y al
encontrarte con Él, no te llega la tristeza. Aunque intentarán que te alcance
la pena para que dejes su Camino y ya no vivas cerca de Él.
Dijo uno:
Estando cerca de Dios no te llegan los espíritus
malignos. Porque antes de llegar, Dios te prepara el espíritu y te entrega una
fuerza que huye el enemigo. Yo observé varias veces que me perseguían cuando
estaba más contento, cuando estaba más tranquilo. Pero yo el Nombre de Dios lo
ponía en mi lengua y lo oían muchos.
Desperté, oí:
Si le temes al espíritu del mal es porque has dejado
el Camino del que puede, con la Mirada y el Brazo, echarlo a lo más profundo.
Que su nombre es Infierno, lugar maldito.
Estos espíritus no pueden ir por el Camino que se ha
nombrado.
Cuando te llega una alegría, el enemigo intenta hacer
daño.
Pero Dios, con su Poder, sigue premiando al Elegido.
Que este premio también le llega al que sigue al
Elegido.
El Elegido enseña a que vean a Dios Poderoso, por ser
Único.
Practicando estos Dictados no encuentran sitio los
espíritus malos.
***
Libro 41 - Dios Habla No Quiero del Hombre - Tomo III - C5
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