jueves, 30 de marzo de 2017

Ponle importancia a lo que sea más grande

En Sueño Profético decían:

Se van a decir palabras y se van a hacer Visiones para que el hombre compare y le ponga la importancia a aquello que sea más grande.

Se vio el campo, y unos sembradores echaban el grano con mucho cuido, y ya prohibían pisarlo. Se quitó aquella Visión y se vio otra explanada de tierra, pero aquí ya se veía el tallo, y unos hombres de espaldas, con alegría decían:

“Este año va a ser buen año. Vamos a pedirle a Dios que el agua llegue a su tiempo, y que se vaya porque Dios la haya llamado”.

Haciendo esta oración, el año no puede ser malo. Y rematas la oración:

«Que la espiga sirva para que no se conozca el hambre y no se oiga en los tiempos de inventos y adelantos: ‘Ha muerto por no tener el alimento que la tierra, con el Mando de Dios, ha dado».         

Dijo uno:

Ya, en esta Visión –y se vio el trigo que se había sembrado, dando ya su fruto con grandes espigas. Segando las echaban en un pedazo de río que se veía como cieno. Luego, unos costales llevaban al granero para que quedaran encerrados sin hacer servicio al cuerpo, al revés, ayudando para que hubiera más muertos–, se ha comparado el trato al trigo con el trato al cuerpo humano.

Desperté, oí:
Al sembrarlo,
se debe dar ese cuido,
si siempre vas a cuidarlo.

Pero piensa,
con tus inventos y tu adelanto,
si esto está mal en el trigo,
¿cómo lo ves en el cuerpo humano?

Antes de nacer, él lo cuidó,
y de hombre,
él lo entrega para matarlo.

El hombre quiere poner el punto
antes de poner la i.

Poner lástima en el huevo
y al pollo hacerle sufrir.

Si tienes estudios de libros
y tu espíritu es de Aquí,
ya sabes lo que Dios quiere
para nacer o morir.


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Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C4

miércoles, 29 de marzo de 2017

Dios le manda Luz

En Sueño Profético decían:

Si no tienes confianza en el que Dios le manda, no pidas consejo.

Si no tienes confianza en el que Dios le manda, nada lo darás por hecho.

Dijo uno:

Los que pongan más confianza en estos Instrumentos –que están al Mando de Dios– y los tengan por lo que son, éstos serán los que tendrán vida pacífica, vida de Paz, vida corta en el sufrimiento.

Si piensas en esta Eternidad, tú coges bien el consejo del que Dios le hace ver sin que nadie lo esté viendo, y que oigan sus oídos lo que han dicho, sin que le pongan el eco.

Esto, para explicarlo, tienes tú que querer entenderlo, y una vez que lo entiendas, ya no puedes hacer nada sin acudir primero donde pones confianza, que es en el Instrumento de Dios, para que llegue al hombre esto que hablan en el Cielo.

Desperté, oí:

¡Qué mal le cae al hombre
rectificar sus errores!

¡Qué mal le cae al hombre
que lo que él cree
que está bien hecho,
el Elegido reforme!

Que cae mal porque no cree
hasta el final de creer.

Unos creen con palabras,
y hechos, luego, desmienten.

Otros cogen el camino no de Dios,
que es el del hombre.

Son pocos, pocos, muy pocos,
los que aceptan contentos
las palabras que prohíben
aquello que aún no has hecho.

Piensa que el Instrumento ve
cuando tu no estás viendo.

Porque Dios le manda Luz,
que esta Luz lleva letreros.


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Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C3

martes, 28 de marzo de 2017

Amo a Dios y sigo sus Pasos

En Sueño Profético decían:

El sufrimiento del espíritu, pocos se ofrecen a quitarlo.

El hombre valora el cuerpo y al espíritu no le hace caso. Que esto es ofender a Dios y pedir milagros.

El espíritu, mientras eres niño, Dios manda cuidarlo. Cuando dejas de ser niño, Dios ya retira el Mando, y ya manda tu espíritu a tu cuerpo, para que vivas la vida cumpliendo sus Mandamientos o pecando.

Dijo uno:

Hay quien peca él solo, y hay quien vive buscando que muchos pequen. Éstos sirven al príncipe de los demonios.

El espíritu del mal manda con más fuerza donde más daño puede dejar.

El hombre se debería ocupar de aprender a conocer al espíritu del mal.

Este espíritu se disfraza para poderte engañar. Pero el que lo conoce, pronto le quita el disfraz, y lo que iba a hacer no lo hace, pero engaña a más que su actuación desconocen.

Desperté, oí:

Todo es porque el hombre no cree
que su espíritu esté mandado por dos mandos.

Uno es Dios, otro el Diablo.
Que esto, al no creerlo el hombre,
le deja sitio al Diablo.

Y ya te hace que veas
mundo de carne: pecado.

Mundo sólo de cuerpo,
que es pasto de los gusanos.

Hasta que el hombre no ponga
la enseñanza del espíritu en primer plano,
no conocerá a los espíritus satánicos.

Y hará normal la vida de pecado.

Dios podría quitar la Libertad,
para no poder llegar al pecado.

Pero ya no sería Dios,
y el Amor Divino sería forzado.

Es más hermoso decir:
“Amo a Dios y sigo sus Pasos”.

“Y no me importa el camino,
porque Él me va guiando”.


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Libro 27 - Dios Habla al No Queiro del Hombre - Tomo II - C5

lunes, 27 de marzo de 2017

La Gloria es para el espíritu que quiso Gloria

En Sueño Profético hablaban de las dos vidas y de las dos muertes. Decían:

Hay a quien vieron muerto en la Tierra y está Vivo Aquí en el Cielo. Y hay quien está vivo en la Tierra y muerto ya está Aquí en el Cielo.

El hombre, por lo que lucha, es por la vida del cuerpo, y al espíritu lo tiene en abandono y desprecio.

Dijo uno:

El hombre que a Dios desprecia, no tiene sitio en el Cielo, porque Aquí entran los Vivos, pero no vienen los muertos.

Si Dios Aquí al espíritu le dejara Libertad igual que le deja a los cuerpos, la Gloria ya no sería Gloria, sería convertida en cementerio, donde a veces están juntos los hombres que no se quisieron. Que si al cuerpo le llegara vida otra vez, quedarían muertos por la soberbia y la ira. Pero el que queda, los entierra en panteón o lapidas muy juntas. Esto lo hace el hombre con el cuerpo porque ya no tiene vida.

Desperté, oí:

La Gloria es para el espíritu que quiso Gloria cuando tuvo cuerpo.

Y ya, este espíritu, vive la Paz y no alborota.

Si la Gloria fuera como la Tierra, con Libertad, ya no sería Gloria.

La Gloria es Dios, y Dios es Gloria. Y el que Aquí viene, a Dios Lo siguió o Lo llamó, y Dios perdona.

Pero esto tiene que ser antes que el cuerpo al espíritu abandone.

Si esto no fuera así, el hombre desbarataría la Gloria, y Dios no viviría Aquí.

Gloria es sitio Eterno, Presencia de Dios, donde no entran los muertos que muertos están para Dios.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C4

sábado, 25 de marzo de 2017

Que los Libros hagan que Te busquen

No me podía dormir pensando en mí, en mi vida en la Tierra, en el comportamiento del hombre sabiendo lo que me pasa, y quedé dormida con estas palabras:

“Señor, que no creen. Que los Libros hagan que Te busquen”.

En Sueño Profético decían:

Si tu espíritu buscaba al enfermo, creyendo a Dios contentar, ¿cómo saber que había un caso igual a éste y no acudir? Si el sufrimiento lo ocultabas, por no hacer sufrir, ¿cómo no acudir donde podías oír estas Palabras, si en tu soledad el Cielo te servía de compaña, siempre contento, diciendo: “Yo sé que Dios no me deja”. Esto dicho sin palabras y diciéndolo en actuación.

El que viva este vivir, no puede oír y no acudir adonde haya un Lugar que Dios haga aparición en Imagen o en Palabras. Que en Palabras deja testimonio y ahí manda Enseñanza.

A Esto, si vives tranquilo, sin acudir, no crees en Dios ni en su Poder. Que su Poder es el que mantiene la Gloria.

Desperté, oí:

Si crees y no acudes,
es peor,
porque no amas.

El que tiene sed
busca el agua.

El que tiene hambre,
la comida.

Pues decir
“yo amo a Dios”
y no acudir,
dices mentira.

El que ama,
busca y busca
el aliento del que diga:
“Dios me manda que cuente
todo lo que Él me diga”.

Que si amas,
ya sirve de defensor
el amar,
para retirar mentiras
que te quieran engañar.

Ha sido Mando primero,
que quede escrito
lo que el espíritu
conversaba con el cuerpo.
 

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Libro 25 - Meditaciones y Palabra Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C4

viernes, 24 de marzo de 2017

En el sufrir podría el Amor

En Sueño Profético hablaban del que mucho Ama a Dios, cómo no puede tener este Amor oculto. Hablaba el Amor en Gloria, en espíritus que tuvieron cuerpo y fueron conocidos como hombres de grande provecho. Que este grande Amor, hacía que lo desearan otros que vivían frialdad y oscuridad en el Amor Divino.

Decían que para llegar a esta altura tenías que querer tú llegar, cuando en la subida de la vida y en las bajadas, a Dios, fuera al primero que invocaras, diciendo: “Señor, que mi espíritu no se retire de Ti por sobra de bienes o por sufrimientos. Que todos los que sufren, sufren más porque Te culpan de sus sufrimientos. Y el que tiene sobra de bienes no Te busca ni Te Ama, Te nombra y engaña. Porque si amara, cómo tener bienes y no cundir tus Palabras, que Aquí mandan que queden ahora escritas, para que el hombre vea que son intocables”:

Dad al hambriento comida con Caridad, y levantad al caído. Pensad que Me lo hacéis a Mí. El que así lo pida le será concedido que viva el Amor del Padre y del Hijo, y el Espíritu Santo acampará en su espíritu”.

Desperté, oí:
Si estás lleno de Dios,
tú quisiste llenarte,
y ya Dios te mandó.

Esto le extraña al hombre.

Y no le extraña que no cumpla
lo que Dios manda
que haga el hombre.

Es cierto que en el sufrimiento
y en la abundancia de bienes,
si se viviera a Dios Llamándolo,
en el sufrir podría el Amor,
y el sufrir iría mermando.

En la abundancia de bienes,
diciendo: “¿Señor, qué hago?”,
ya te daría la respuesta,
llenándote de su Amor .

Que éste sería el mejor pago.

Hay muchos que tienen bienes
pero están de Dios faltos.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdios, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C4

jueves, 23 de marzo de 2017

La civilización del hombre

En Sueño Profético hablaban de la civilización del hombre. Decían:

El hombre se civiliza
para hacer lo mal hecho
más perfecto.

Para ponerle al crimen justificación,
y al adulterio.

Para que no hagan las guerras
con espadas ni con palos,
porque se harían muy largas
y se verían los campos
llenos de hombres matados.

El hombre se civiliza
para tener rapidez
en todo lo que es pecado,
y para formar un tribunal
dejando a Dios anulado.

Aquí, ya, la civilización
se estrella con el fracaso.

Dijo uno:

El animal más fiero
que en la selva esté criado,
es civilizado por el hombre
para ya poder tratarlo,
y puede vivir con el hombre
que lo haya civilizado.

En cambio, el hombre,
tiene como profesión
enseñar lo que no está bien hecho
ni se debe hacer.

Con el adelanto y el progreso,
ya robas, haces crimen y adulterio.

Robas con presentación,
y matas con instrumentos modernos,
que de querer, en pocas horas,
el mundo sería un lamento.

Ya, el recato y el romper los Mandamientos,
a más civilizado, más aceptas
lo que está en contra del Cielo.

Desperté, oí:

No digas civilizado
ni digas tiempos modernos
a que se vea normal
el crimen, el robo y el adulterio.

Y que los hombres se maten
por una ley que ellos han puesto.

Con sus nuevos armamentos
en los campos de batalla.

Civilización es
anular toda herramienta
que pueda al hombre matar.

Civilización es
que si tu ves puerta abierta,
tú no debes entrar
hasta que el dueño no diga “entra”.

Civilización es
no quitarle al niño la inocencia.

Civilización es
no dejar que siga la miseria.

Y civilización es
enseñar que hay otro Mundo,
Mundo de espíritus,
Reino de Dios,
en el que sólo entra
el que es civilizado de Dios.

¡Que cierto
que la civilización del hombre
es para enseñar a hacer,
lo que no debes hacer,
bien hecho!

Enseñar a manejar
aquello que mata al cuerpo.

El domador, a la fiera,
la quiere cundo le quita lo fiero.

Y el hombre le enseña al hombre
que aprisa mate a los cuerpos.

Hay muchas palabras más,
pero ya se da silencio
en la Gloria Celestial.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C3