domingo, 28 de febrero de 2010

El mayor de los pecados - Libro 78 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo XI - Pag. 223-224-225


En Sueño Profético se vio una plaza con bancos de piedra. En unos había hombres sentados. Otros estaban vacíos, porque los que estaban juntos a ellos permanecían de pie, contestando a los que hablaban en alta voz del adelanto. Los que estaban sentados en los bancos decían palabras que aquí se dictan:

-El adelanto es desprecio a Dios y agrandan el pecado. El adelanto está enseñando a los niños que no es nada malo, que pueden estar juntos los niños y las niñas hasta que lleguen a ser hombres y mujeres, y cuando lleguen a esta edad ya son libres para vivir como ellos quieran.

De los que estaban de pie dijo uno:

-Nosotros venimos a dar un paseo para que el cuerpo tenga descanso del trabajo que toda la semana tenemos. Pues lo que estáis hablando era para que hubierais oído a unos que en un mesón también hablaban del adelanto. Decían: ¡Adelanto maldito, que está retirando de Dios y rompiendo la carne que Dios unió! Rompiéndola para que no falten pecadores. Pues cuando rompen esta carne, luego pueden unirse los hijos de la carne que Dios unió con los hijos que no son del mismo matrimonio. Estos hijos, como no son del mismo matrimonio que Dios unió, ellos son hermanos del pecado mayor, que es romper la Palabra de Dios. En el mesón decían que tenían unos clientes que veían normal que se casaran dos hijos que no eran del mismo matrimonio, pero que vivían juntos. Los padres de éstos, se casaron, y los dos matrimonios fueron unidos por Dios, y después los unieron con otra carne. Esto era lo que hablaban en el mesón, diciendo que los hijos se casaban porque habían vividos juntos, pero no eran hermanos.

Desperté, oí:

El Mensaje que han dictado es para que vean que el pecado lo han puesto diciendo: ¡Esto no es malo!

El que cree y ama a Dios ve que el adelanto es vivir como los animales.

Que esto está en ricos y pobres. Y para Dios todos tendrán el mismo sitio cuando sus cuerpos mueran.

Pero tiene menos perdón el rico que el pobre.

Estos Mensajes era para que se pudieran publicar las palabras y la visión que Dios da al Elegido.

De los que estaban en el banco, cuando se pusieron de pie, dijo uno:”Dios nos ha oído y nos ha mandado el que en el mesón estaba hablando del adelanto.

Es grande pena para el que pide a Dios la muerte antes de pecar rompiendo la carne que Dios unió.

Este pecado es el mayor de los pecados. Esto decía otro que también estaba en el banco sentado y que aquí se dicta:

Yo veo el pecado mayor el romper carne que Dios unió. Para mí es más pecado que el que roba o el que vive juntando dinero.

Los que estaban en el banco sentados, sus palabras eran en alta voz éstas: ¡Pecado maldito, que de Dios estás retirando! ¡Pecado maldito, que ha cogido el sitio que más sufrir da a Dios!

El que roba, a Dios no nombra y él se busca el castigo.

El que rompe la carne que Dios une, es para retirar de Dios y cundir que el adelanto ha puesto prostitución sin pecado.


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Al desprecio es peor obligarlo - Libro 43 - La Palabra del Creador - Tomo IV - Pag. 187-188-189


En Sueño Profético se vio una nube que bajaba del Cielo. Y antes de llegar a la Tierra, como un relámpago, se formó una Túnica, y Dios Hijo dentro. Era en un monte en el campo, con olivos.

Ya se oye la Voz de Dios Hijo con estas Palabras:

“En este monte oyeron muchos la Voz de mi Padre en Mí, pero pocos Me creyeron. Y los tuve que apartar de mi Presencia y hoy no están en mi Reino. Las Palabras que Yo digo en ti, donde sean despreciadas, no sean repetidas, porque pueden hacer más daño, si el que las oye no cree en el Reino de mi Padre”.

Se quitó la Visión, y ya se oye a un Discípulo de Dios, que estuvo con Él cuando de Hombre vivió:

Al que se ha oído ha sido a Dios, y Maestro para los Discípulos. En el Monte de los Olivos hubo llantos y caras tristes, voces de pedir el Perdón y manos tapándose la cara de las Palabras que Dios decía. Que decía que el que no cree, podía, un día, ver su Poder, y ya creer. Pero cuando daban desprecio, Dios Padre Le prohibía que sus Palabras las repitiera.

Desperté, oí:

¿Quién puede quitar o poner, en estos Mensajes, Palabras oídas en la Gloria de Dios?

Dios ha hecho esta Visión para que al Elegido le sirvan de Paz estas Palabras.

Ha visto el Monte de los Olivos, donde Dios predicaba y pocos Lo siguieron.

Daban en la Gloria al desprecio más pecado que al no creer.

Ya, con esta Enseñanza, no repitas las palabras donde desprecio den.

Al desprecio es peor obligarlo.

Dios al desprecio, donde esto está pasando, le ha mandado de larga distancia quien lo está valorando.

Luego, cuando en esta Grandeza vean que otros mandan más en ella, tienen que pasarlo mal y disculpa no podrán presentar.

Dicen en la Gloria que el que desprecie estos Mensajes da desprecio a Dios Hijo y a Dios Padre.

Aquí ha llegado el tiempo de no admitir palabras que te traigan sufrimiento.

Si Esto es verdad, antes de no aceptar pide Perdón al Cielo.


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sábado, 27 de febrero de 2010

No hay Amor a Dios, sin obras - Libro Recopilación - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Pag. 74-75


En Sueño Profético hablaban de Jesús, contaban Hechos de su Vida de Dios Hombre. Decían:

Él siempre decía:

“El que cree en mi Padre, Me busca a Mí, porque ya Me esperaba”.

Dijo otro:

Yo Le oí estas Palabras:

“Al que quiera mi Gloria, lo conoceréis sin que él lo diga. Lo mismo que al ver la fruta, conoceréis el árbol. Esto se conoce como al siervo y al señor”.

Dos Discípulos cuentan un caso que a ellos les cogió delante:

Estando un día en el campo con el Maestro, oyendo cómo teníamos que continuar cuando Él nos faltara, uno Le preguntó:

-¿Luego cómo sabrán que éramos tus Discípulos?

Dijo el Maestro:

-Deja la palabra “éramos” y coge “somos”, porque Yo continúo de Maestro, y enseñando al que mis Palabras quiera. Enseñaré en Espíritu y sabrán que sois mis Discípulos por vuestras obras, porque predicaréis con el ejemplo. No puede nadie decir que es mi Discípulo, sin hacer lo que Yo hago; y haciéndolo, lo dirán otros.

Cuando se ponía a hablar, todos poníamos la vista al suelo, y el silencio era escándalo. Nos hacía sentarnos, y Él, muchas veces, quedaba de pie. Cuando alguno Le hacíamos preguntas, decía:

-Preguntad, que si es con Amor, Yo os llenaré de Sabiduría, para que podáis llenar.

Desperté, oí:

No cambian las Palabras cuando son dichas por Dios.

Dios siempre dice: “amaos, las obras son cantos a la Gloria”.

La Gloria te exige que hagas lo que va en contra del pecado.

No hay mejor “sí amo a Dios”, que buscar a Dios en el Prójimo.

El Discípulo quería saber qué hacer para seguir diciendo: “soy su Discípulo”.

Dios Hombre y Maestro le repite lo que tantas veces habían oído los cristianos y los fariseos:

No hay Amor a Dios, sin obras. Y sí hay grande Amor y Obediencia a la Palabra de Dios, cuando tú amas al Prójimo sabiendo que éste es Dios.


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“Es un pensar, que al pensamiento encarcela” - Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - Pag. 199-200


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En Sueño Profético decían:

Cuando te llegue un pensar sin poderlo retirar, piensa que es pensar del Cielo. Si puedes, lo comunicas. Y si no, lo dejas en secreto, porque así es el Mando del Cielo.

Si el hombre de estudios pensara que la sabiduría del cuerpo la da el espíritu, daría grandes clases con estos Libros, que dan Enseñanza, pero no de la cultura de la Tierra. Todas las actuaciones del cuerpo van con el mando del espíritu. Para comprender y enseñar esto, tienes que ser Elegido.

Desperté, oí:

Se oían mucho estas Palabras:

“Que piensen que lo que el Dueño pide es que vivan amando a Dios”.

“Este Amor es tan grande, que crees que ofendes a Dios porque poco lo nombras”.

“Y quisieras que tu pensar, todos lo vieran”.

“Es un pensar, que al pensamiento encarcela”.

“Es un pensar, que te hace que pidas Perdón”.

El espíritu es el que lleva la vida del cuerpo.

Si el hombre pensara esto, cuidaría primero el espíritu y después el cuerpo.

Porque el cuerpo tiene final y el espíritu es eterno.


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viernes, 26 de febrero de 2010

Pensamientos escondidos - Libro 84 - Investigaciones a La Verdad - Tomo XIV - Pag. 31-32-33


El sueño lo retiraba el pensar porqué no buscarían estas Palabras que Dios dice en su Gloria y manda que se publiquen.

En Sueño Profético seguían hablando del pensamiento que el Elegido tenía de ver a tantos en las procesiones, un día al año, cada uno nombrando la procesión que daba más escándalo.

Dijo un espíritu con Mando de Dios:

Este Elegido tiene pensamientos, que no puede decirlos, del Amor tan grande y tan sentido que a Dios le tiene. Esto, para comprenderlo, tendrían que ver la vida que hace, siguiendo cada día más a Dios, sin enfado y no culpándolo de que sus sufrimientos los puede quitar Él. Este pensamiento, cuando le llega, a Dios le pide perdón, porque sabe que su pensar es decir: “Señor, yo no tengo sufrir, si comparo lo que el hombre Te hizo y Te sigue haciendo a Ti. Cuando me llegue este pensar – que yo no quiero este pensar -, quítamelo, porque yo quiero contigo estar siempre, despierta y dormida, y haciendo tu Mando, que es lo que me alegra la vida”. Esto que se ha pensado, en el pensamiento del Elegido lo deja escondido. Lo que sí publica son las grandes alegrías.

Desperté, oí:

Estas alegrías y el pensar en Dios, cada día más se agrandan.

También decían y han dictado el pensar del Elegido, que es éste:

“igual que van a las procesiones una vez al año, porqué no buscan al que Dios le da sus Palabras para que sirvan de Enseñanza y se publiquen”.

Aquí se ve la actuación de Dios, porque los pensamientos del Elegido sólo los sabe Dios.

Unos los dice. Y otros los guarda, porque no serían comprendidos y a Dios sufrir le mandarían, ofendiendo a este Elegido.


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El bueno que ponen en la Tierra no es para Dios, es para su cuerpo - Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - Pag. 61-62-63


En Sueño Profético decían:

Mayoría de los buenos de la Tierra, no son buenos para Dios, que esto lo sabe más el que se consagra a hacerle servicio a Dios.

Mayoría de los buenos, no se ocupan de cumplir y cundir la Palabra de Dios.

Si los buenos de la Tierra amaran o creyeran en Dios, cómo podrían tener esta indiferencia a estas Palabras que Dios manda recordando su Existencia, para que no cambien nada de lo que Él dejó dicho cuando de Hombre vivió en la Tierra.

Si los buenos de la Tierra fueran buenos para Dios, ya hubieran puesto en torres, con grande iluminación, para que todos los que se dicen cristianos acudieran a preguntar, ¿Qué quiere Dios que hagamos?

Dijo uno:

El bueno de la Tierra, si no le sirve a Dios, con estas comprobaciones que Dios le manda, no es bueno para Dios, y entonces Dios aparta.

Desperté, oí:

Debía de no poder vivir, aún viviendo con cuerpo, el que ya sabe este Caso y lo tiene en desprecio.

¿Cómo el Cielo va a llamar, “hombre bueno” porque no robe ni mate, al que a su Palabra le dé desprecio?

El bueno que ponen en la Tierra no es para Dios, es para su cuerpo.

Es un temor a la ley, que el mismo hombre le ha puesto.

Que esa ley sobra, cumpliendo los Mandamientos.

Sobra porque el Camino de Dios ya hace a hombres buenos.

Los hace y van cundiendo que primero es lo de Dios.

Si los buenos de la Tierra, fueran buenos para Dios, ya sabía el mundo entero lo que 28 años aquí está ocurriendo.

Muchos querrán enmendar lo que ya es sin remedio.


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jueves, 25 de febrero de 2010

Pon el "no sé" delante - Libro 62 - Te Habla el Profeta - Tomo VIII - Pag. 166-167


Llegó el sueño con este pensar: "Señor, estoy contenta con el Mando que me das".

En Sueño Profético decían:

Que quede escrito para siempre, que Dios es Dueño de estas Palabras, que son Mensajes del Cielo.

El hombre tiene su ley para la Tierra. Para Dios no existe esta ley, porque Dios es Poder y manda, por ser Dueño de los dos Mundos.

Desperté, oí:

Cuando te hagan preguntas que no sean de estos Mensajes, pon el "no sé" delante.

Y ya respuesta no hay.

Los que en Esto creen, que no dejen de ayudar para a los malos espíritus alejar.

Todo lo que hagan es poco, por ser Palabra de Dios para que los hombres olviden su pasado y vivan como Dios quiere.


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El Amor sin libertad no es de Dios, es de un dictador - Libro 85 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo IX - Pag. 18-19


En Sueño Profético decían:

El Profeta no tiene examen.

El Profeta es para aprender de Él.

El examen lo pueden hacer probando a imitar Su vida, esto en lo material.

Y para saber si Dios Le habla, que cojan Sus Escritos y honradamente los estudien, sin pensar: “Yo soy universitario”. Esta palabra debe emplearse cuando se trata de cultura material. Pero Esto es Sabiduría Divina. Aquí la prueba es cambiada por la reverencia.

Desperté, oí:

Si Aristóteles conviviera contigo, trataría de aprender de tu Enseñanza, reformando algo de su teoría.

Estas grandes inteligencias han sido dotadas por Dios, pero jamás pueden llegar al Profeta.

El Profeta no puede aprender de nadie, una vez que es Dios el que lo manda.

La misión del Profeta es dura. La palabra sería. “Reproducción de Cristo”.

Dios es Silencio, Amor y Perdón. Pero el hombre lo sella con estas frases: “Si Tú eres Dios, ¿por qué me mandas estos sufrimientos? Y ¿cómo consientes la condenación?

Yo, Agustín de Mónica, te digo, que si quisieras condenarte y Dios te lo impidiera, ya no sería este Inmenso Dios.

Si es el Dios del Amor y el del Perdón, ¿cómo no va a ser el de la Libertad?

El Amor sin libertad no es de Dios, es de un dictador.


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miércoles, 24 de febrero de 2010

El Monte - Libro 57 - La Palabra del Creador - Tomo VI - Pag. 39-40


En Sueño Profético se vio un monte, y una Voz decía en este monte:

“Mi Padre decía en Mí: “El que oiga tu Voz, me está oyendo a Mí, y ya nombra a Dios Padre. La Palabra de Dios Hijo será la que más nombre el hombre para enseñar de la Gloria. El que Yo le dé mis Palabras tiene que romper el silencio que le pone el que debería pensar en este monte –y otra vez se vio el monte-, donde recibieron mis Palabras mis Discípulos y los que creían que Yo era Dios Hijo. El que crea en Esto, no puede guardar silencio. El que quiera silencio, tiene el camino de Judas”.

Quedó un silencio grande y otra vez se vio el monte cubierto de corderos, la mayoría balando como con pena. Ya le dijo el pastor de estos corderos a unos hombres que se acercaron:

“En este monte, Dios dijo Palabras para los hombres, y el sentir quedó en el monte. Mis corderos, cuando oyen el nombre de Dios, dan su balar con pena, como se está oyendo –Era un balar que duraba, y al sonido le iba la palabra pena-”.

Ya se quitó la visión y sólo se oían las Palabras de un espíritu de la Gloria:

“Ha sido la Voz de Dios la que ha dicho las Palabras que en el monte se han oído. Si el pastor no callaba ni los corderos tampoco cuando el Nombre de Dios oían, ¿cómo pueden tener los Representantes de Dios el silencio y el desprecio que tienen a estos Mensajes, cuando tantos años Dios está mandando que sean sus Ministros los que Esto defiendan para quitar el sufrir al que lo crea?”

Desperté, oí:

¡Qué grande es oír la Voz de Dios dando Mando!

Esta Grandeza Divina el Elegido cree que no la cunde, y a Dios manda sufrimiento.

Este Caso, hoy único, hay que cundirlo por el mundo entero.


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Una Palabra de Dios, mil del hombre - Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 157-158-159


En Sueño Profético decían:

Estos grandes Elegidos, qué grande servicio hacen a Dios con la sabiduría que escrita dejaron en la Tierra. Dijo Agustín: Siendo la misma sabiduría, por ser todo el mismo Dios, estos Escritos darán más escándalo; estos Escritos son con más enseñanza, con más profundidad; estos Escritos es manta grande que da abrigo a todo el que quiera y nunca faltará manta. Ya dijo Tomás de Aquino: Es grande enseñanza y fácil el aprender; es una teología sin poder igualarla con ningún libro que hable de temas que dejaron escritos antes otros Elegidos; hay grandes cosas escritas teológicas, pero una Palabra de Dios, mil del hombre; aquí, Agustín, no suena el nombre del Elegido, aquí sale la publicación virgen; esto ha sido mando de Dios de estos Libros; ya el literato cogerá riachuelos que nunca igualarán al mar; son palabras que pasan por todas las mentes comprendidas; es teología que Dios quiere implantar al hombre que se cree con teología gastada, con teología que ha perdido fuerza y coloridos; Aquí en estas vivas palabras se puede enseñar con facilidad de esta Gloria, se puede a Dios acercar el hombre; los teólogos que mis Escritos lean ven mucha más fuerza en estos que Aquí dictamos, si al leerlos los estudian con amor a Dios y queriendo que esto sea de Dios, a Dios le quitan la guerra, y al Comunicante algo le verán del contacto de Aquí.

Desperté, oí:

Si piensas sólo en Dios al hablar con el que Aquí viene, algo verás.

Si lees lo que le dictan pensando en Dios, algo verás que sea de Aquí.

Dos grandes teólogos hoy dan las notas, notas que Dios ha mandado.

Bien seguridad da Dios en que estos Libros compares.

Te da la seguridad con estos grandes Doctores.

El gran Santo Tomás de Aquino, como le llaman los hombres.

Y el grande San Agustín, pecador y luego santo.

Estos dos ven estos Libros con literatura grande.

Tan grande que si los lees, tan sólo de Dios acordarte, puedes perder la razón cuando leas sólo, oí, en Sueño Profético vi, y, me explicaron.

Si aquí no pierdes razón, no te des por perdonado.

Porque Aquí le da el valor los mismos que hemos dictado.

TOMÁS DE AQUINO y AGUSTÍN DE MÓNICA



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Primeros Hechos Sobrenaturales: 3ª Parte


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El 11 de abril, serían las seis de la mañana, me desperté con un ruido y golpes en mi ventana, acompañado con un chirrío de pájaros, pero en cantidad.
Llamé a mi marido para que oyera aquel ruido que era divino, y me dijo que lo oía.

Yo me lo creí. Pero cuando pasó un rato me dijo: ¡Mira que para lo que me has despertado!, ¿dónde están los pájaros?, ¡tú sí que tienes pájaros en la cabeza!.

Entonces empezó otra vez mi preocupación.

Cuando se fue y me quedé sola, me puse de rodillas mirando al cielo, pidiendo si era enfermedad me la quitara, y si no, que todos oyeran y vieran lo que yo, pues veía me miraban con recelo.

No terminé de pedir ésto, cuando vi una nube, como si unas manos la cogieran, y se formó una Cara Guapa de un Hombre de unos cincuenta y tantos años. El cielo estaba completamente raso en azul, y la nube era blanca.


Continuará...

martes, 23 de febrero de 2010

Me pase lo que me pase, a Dios Lo busco y Lo llamo - Libro 61 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo IX - Pag. 109-110-111


En Sueño Profético nombraba varias veces que los espíritus que persiguen la Palabra de Dios, a más daño quieran aquí hacer, más fracaso se llevan.

Sigue el Mando de Dios en un espíritu que termina con las palabras de sufrir y pone alegrías:

Todo lo que pase con palabras o con hechos, si no es Amor de Dios, piensa: Yo no sufro, porque siento la alegría que me dan estas palabras: “Vete tentador demonio, que aquí quedas fracasado. Me pase lo que me pase, a Dios Lo busco y Lo llamo. Si mis fuerzas te persiguen y te dejan arrastrado, vete, que mi Dios me da poder para que enseñe a conocer a los espíritus malos”.

Estas palabras, el oírlas en la Gloria, es un Amor que sientes que si llegara al cuerpo, parada hacía a la gente por el Amor con fuerzas que tienes para publicar esto.

Aquí tiene que llegar el día que se culpen a los que pudieron hacer para cundir que el cuerpo se acaba y el espíritu no tiene muerte. Pues si piensas esto, cuidas primero al espíritu y después al cuerpo. Decían en la Gloria que esta Enseñanza quien debería de enseñarla era la Iglesia. Y obligando a que sus representantes fueran conocidos por su presencia y por sus obras. Si esto así fuera, serían conocidos por niños y ancianos, y ya el mundo daría un cambio. El crecimiento del niño sería mirando al Cielo; y el anciano según hizo su vida, a Dios tendría que nombrarlo.

Desperté, oí:

¡Qué comparaciones ponían en la Gloria con amar a Dios o con dar desprecio!

Hablaban de los espíritus que no son de Dios, del daño que al Elegido querían hacer, aunque ya lo habían hecho.

Que el hombre quiere escudarse diciendo que los tiempos han cambiado y que para Dios no hay nada malo.

Esto si lo comparas con la Jerarquía de la Iglesia, lo que sus representantes dicen es cultura moderna, que en su vestir lo demuestran.

Que para saber el que representa a Dios tienes que pedir documentación.

Al Mundo le hace falta esta gran cantidad de Libros publicados.


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El "Ve" - Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pag. 181-182-183

En Sueño Profético decían:

No puedes querer a Dios si no quieres a sus Ángeles y a sus Santos; y si los quieres antes que a Él, ya estás pecando.

Hay quien no nombra a Dios y adora al Santo, y el Santo nunca dará hasta que Dios le dé el Mando.

Dijo uno:

Mira si es grande esto que se ha nombrado, pues más contacto tiene con el hombre el que Dios el “Ve” le está dando. Este no es él, el que actúa es Dios que le da Mando. Por eso, conociendo al que Dios manda, y dándole desprecio, ¡no busques luego a los Santos, que no pueden oír ruegos!

¿Cómo te va a abrir la puerta, el que sabe que tienes a su amo en desprecio, si lo que él te da, tiene que pedirlo al dueño?

El que Dios le dice “Ve”, tiene que darte consuelo; pero tienes que creer que el “Ve”, ya baja del Cielo.

En niño, hombre o mujer, que para Enseñanza nunca al niño ha de coger. Al niño lo coge Dios para que el niño refiera lo que no puede saber, por no existir en la Tierra, en la forma que él lo oye o lo ve. Pero Enseñanza no puede, por no conocer maldad ni pecado.

¡Qué responsabilidad tan grande tiene el que podía cundir esta Enseñanza, y tan oculta la tiene!

Desperté, oí:

El pecado ha cogido avance
por tener anulada
la Palabra de Dios.

¡Qué comparaciones ponen
los Espíritus de Dios,
con los Ángeles, los Santos,
y con el que el “Ve” le da Dios!

Estos, la fuerza que llevan,
los confunde
el que no practique Amor a Dios.

Practicándolo comprendes que,
¿cómo querer a Dios
si antes a otro prefieres?

Tú di primero a Dios,
luego, a todo lo que Él quiere.

Su “Ve” debe ser acogido
como si vieras a Él.

Porque Él te está viendo
aunque tú no veas a Él.

¡Día a día se repite
que el Mundo
esto tiene que saber!


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lunes, 22 de febrero de 2010

HEMEROTECA: 4ª Parte

La cultura no es cultura si a Dios lo pones aparte - Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pag. 38-39-40


En Sueño Profético decían:

Hasta que el hombre no viva Presencia de Dios, no dejará de vivir ese Inferno con carne y espíritu.

Dijo uno:

El hombre no se ocupa de Dios para nada, el hombre tiene afán al pecado, a la destrucción de la Palabra de Dios. El hombre, hoy, con sus adelantos, si los observas su vivir, son sacos vacíos que nada tienen porque nada echaron. Son pompas de jabón, son muñecos de trapo, que el fuego y el agua los destruye, y cualquier niño en sus manos.

El hombre no tiene que olvidar que él no es nada, que el “tic-tac” que da su cuerpo, en cualquier día se le para, y ya puede llamar médicos, que el “tic-tac” nadie lo puede poner en marcha. Esto con el cuerpo humano, que cuando la Tierra protesta, (y pocas veces esto pasa para tantas ofensas que oye por el que anda por ella) y se desmoronan las casas donde están los arquitectos, que su adelanto retiran de que Dios sea Presencia mientras vivan esa vida hasta que venga a Esta.

El hombre se cree más culto dejando a Dios de todos sus proyectos, que Dios parte no tenga. Y le oyes a hombres cultos, de su cultura de unos palmos de tierra: “¿qué tiene que ver aquí Dios?” Y te hacen la reforma con preferencia al pecado, aceptando la violencia, llevando hombres a la guerra, y a veces hasta cantando, a que les quiten la vida los dineros encañonados que el culto a los cañones arrima.

Desperté, oí:

¿Se puede decir cultura
a hacer que nazcan los hombres
y preparar dinamita
para cuando sean mayores
ellos quitarles la vida?

¿No disfrutar inocencia
porque el pecado la quita?

¿Hacer que pierdan la Gloria
por seguir a la cultura?

Yo creo que el hombre culto
ha olvidado la cultura.

Y ya va dando tropiezos
como en población oscura.

La cultura no es cultura
si a Dios lo pones aparte,
te falta la Caridad
y pecado, normal haces.

Hasta que el hombre no sepa
administrar la cultura
no se acabarán las guerras.

No podrá enseñar cultura
hasta que él no la aprenda.

La cultura del Espíritu
es Dios, que veda pecado
para el que quiera Seguirlo.

Que si vives su Presencia
ya te sobran los libros.

Y tu presencia ya dice:
este es un hombre culto.



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Retirarse de quien reforme la Palabra de Dios - Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dicatados en Gloria - Tomo VIII - Pag. 156-157-158


En Sueño Profético decían:

Al que Dios le da Mando para que hable de la Gloria, dando la Enseñanza que a él le da Dios, tienes que pararte a pensar cuando quieras reformarle las palabras que diga, sean del tema que sea, porque antes Dios se las ha puesto en su pensar, con Fuerza, para que no duden que todos los consejos que dé, de Dios le han llegado.

Ya que se están diciendo estas Palabras de Enseñanza, diré lo que nos decía el Maestro cuando nos mandaba a publicar sus Palabras:

“Si alguno pone duda en lo que vais diciendo, y en la duda quiere reformar vuestras Palabras, retirarse de él, diciendo: No tenemos tiempo, porque el Maestro nos espera”.

Diré que soy un Discípulo de Dios Hijo.

El querer reformar sus Palabras era no creer que era Dios. Ya esto lo teníamos siempre en el pensar cuando alguno decía: ¡Esa palabra no es así! Entonces nos poníamos de pie y el sitio dejábamos vacío. Pues esto nos manda Dios que se diga a este Elegido: que no ponga las palabras de otro, por saber de carreras que tenga, porque ya no sería Dios el que manda. El Maestro nos despedía diciendo:

“El que quiere rectificar las Palabras que Yo os doy, está ofendiendo a Dios Padre, porque mi Padre me da a Mí su Poder. El no aceptar esto, desmiente el creer”.

Desperté, oí:

Todo el Mensaje ha sido para que la Enseñanza de la Palabra de Dios, al Elegido no le falte.

Decían, que el que Lo siguiera, no Le reformara una Palabra, porque en la Tierra, los hombres de grandes carreras no aceptan que les cambien palabras y pongan las de otros en su lugar.

Mandan que diga mi nombre: Soy Santiago, un Discípulo de Dios, para mí el Maestro, que era como quería que Le llamáramos.


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domingo, 21 de febrero de 2010

Espíritu de niño y cuerpo de viejo - Libro 82 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo VI - Pag. 167-168-169

En Sueño Profético decían espíritus de la Gloria estas palabras:

Si eres joven y a Dios no ofreces para cundir su Existencia, piensa que los años pasan pronto y la vejez te espera. Y ya no puedes decir: “Yo no sabía Esto, porque las Palabras de la Gloria las tenían en silencio. Pero yo ya puedo hablar de Dios, aunque tenga vejez”.

A esto contesta el Poder de Dios en un espíritu que, desde que era niño, sus palabras eran para hablar de la Gloria, donde están los ángeles y los niños que Dios se llevó para que enseñaran a otros niños, diciendo estas palabras que dicen en la Gloria.

Cuando seáis niños, mirad al Cielo y a Dios pedid, diciendo esas palabras: “Señor, yo quiero ser siempre niño y estar siempre contigo, pero no ponerme viejo, porque los viejos no están a tu Servicio”.

El hombre no tiene vejez si está al Servicio de Dios. La vejez le llega al que no está entregado a Dios. Si esta Enseñanza la enseñaran desde niños, verías al cuerpo, viejo, y al espíritu, niño.

Todo es querer a Dios. Y el no querer, tiene al hombre retirado de Dios y sin enseñar que el tiempo pasa y ya la vejez, cuando llega, no puedes ocultarla.

Desperté, oí:

Este Mensaje para entenderlo tienes que tener espíritu de niño y cuerpo de viejo.

El cuerpo no pude esconder la vejez, pero si cuando tú eres joven, a Dios siempre Lo tienes de Enseñanza, cuando pase el tiempo, tu cuerpo lo verás viejo, pero tus palabras y tu pensamiento los veras de joven.

Termina el Mensaje diciendo:

El Amor de Dios, si el hombre lo sintiera, no habría cuerpos enfermos ni pecadores que a Dios sufrimiento Le dieran.

El despertar era pensando:

Si este Mensaje Dios no lo mandara dictar, nadie se podría acordar, aunque grandes cargos tuviera.


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PRÓLOGOS 3ª ENTRADA: Monseñor Bueno Monreal - Arzobispo de Sevilla


Libro 4 - Te Habla el Profeta.

EXPRESIONES DEL CARDENAL ARZOBISPO DE SEVILLA, MONSEÑOR BUENO MONREAL A PERSONAS PARTICULARES, POR ESCRITO, SOBRE LA VIDA Y ESCRITOS DE DOÑA ANA GARCÍA DE CUENCA:

...Conozo las altas prendas que adornan a Anita y sus infatigables trabajos en servicio de los pobres. He leído con todo detenimiento sus escritos, muy interesantes...

...quiero manifestarle que tengo el mejor concepto de las excepcionales cualidades de caridad cristiana y fervor que adornan a doña Ana García de Cuenca, y cuanto pueda hacer en su obsequio lo haré con muchísimo gusto. Respecto de la publicación de sus escritos no necesita autorización eclesiástica para ello y puede libremente hacerlo donde prefiera...

...(en sus escritos)...hay en ellos muchas cosas que revelan un alma mística entregada al amor del Señor, y con pensamientos muy profundos y bellos aun expresados muchas veces en la forma simple de su cultura. Es curiosa y bella la forma en que expresa esas Meditaciones, "Sueño Profético" y "Desperté, Oí". Creo ciertamente que son de valor espiritual, y -a primera vista- no he encontrado nada que se oponga a la doctrina revelada, al Magisterio de la Iglesia, o doctrina cristiana en general...

...conozco personalmente a Anita García de Cuenca y he le leído un volumen de escritos suyos, a máquina y he cambiado expresiones sobre ella y sus escritos con otros sacerdotes, religiosos, e incluso Prelados. Ciertamente es un caso extraordinario su vida de caridad, su constante esfuerzo para recabar recursos en favor de los necesitados, etc., y lo es así mismo el contenido de sus meditaciones y escritos, en los que no solamente no he encontrado (en los que yo pude leer) nada contrario a la fe cristiana, sino por el contrario no pocos conceptos de muy elevada y dina espiritualidad. No me admira pues que haya ayudado a muchas personas a encontrar el camino de Dios...


Monseñor Bueno Monreal - Arzobispo de Sevilla

sábado, 20 de febrero de 2010

¿Por qué mueren los inocentes? - Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pag. 18-19


En Sueño Profético decían:

El hombre piensa muchas veces ¿Por qué Dios da y deja tanta Libertad? ¿Por qué Dios no Amarra corto al hombre? ¿Por qué Dios tiene Infierno? ¿Por qué Dios tiene Elegidos? ¿Por qué mueren los inocentes? ¿Por qué Dios no da el Castigo al malo delante del hombre? ¿Por qué unos tienen bienes que no gastarían y otros mueren por falta de alimento por no contar con el mínimo de salario? ¿Por qué, Señor, Esto? Un Espíritu de Esta Gloria contesta con la Palabra de Dios: la Libertad es La que Te dice que hay Dios, y ya Te dice, cómo es Dios; el hombre amarra, y Dios te libera; el infierno, no es de Dios, el infierno es del hombre, y el hombre lo cuida con sus pecados; Elegidos hay porque el hombre no se Une a Dios para quitarlos; los inocentes mueren para el hombre, para Dios son Ángeles, o Espíritus de Su Gloria, Espíritus con su viaje y billete cumplido, que sólo Dios sabe su vencimiento por qué fue; Dios no da Castigo delante del hombre porque hay Eternidad; Dios deja los bienes de la Tierra para que el hombre administre mientras tiene materia; según administre con la Libertad que Le deja, tendrá Aquí el Sitio.

Desperté, oí:

Estudia estas preguntas del hombre
y estas Respuestas de Dios.

Estudia, y ya ves claro
Lo que es Libertad y Amor.

Dios siempre te está enseñando,
para que no des razón,
cuando el hombre te pregunte,
el hombre que no ame a Dios.

Porque puede preguntar
para aprender y contestar.

El inferno es del hombre,
suyo y con propiedad,
que el mismo hombre conserva
por no haber querido Amar.

La Libertad y el Amor,
es el sello que Dios da.

Pues si amas coge Amor,
y con Amor sellará.


***

Luz para el espíritu - Libro 53 - Te Habla el Profeta - Tomo VII - Pag. 219-220-221


En Sueño Profético se veía una Luz grande, tan grande, que creías que la mañana ya no estaba, que era el medio día. Intentabas ponerte de pié y no podías.

Ya se oye el Mando de Dios en un espíritu de su Gloria:

Esta Luz es Luz para el espíritu. El cuerpo aquí no tiene poder ni mando. Que ésto es lo que muy pocos creen, aunque los veas adorando a los Santos.

¡Es lástima que este Caso hoy único lo tengan como en reserva, para cuando llegue uno y se haga dueño! Entonces cambiaran lo que ellos crean que tiene más altura.

Aquí, los que están unidos, tienen justificantes para hablar de lo que Dios manda y que no callen. Esto ya es alegría, pero con peligro, si el Mando de Dios no se cumple. Aquí no se pide nada que diga el hombre, se pide el Mando que da Dios.

Decían en el Arrobo que no hacer el Mando que Dios da al Elegido es porque no creen que Esto sea verdad. Y aquí es cuando Dios pone el silencio.

Este Elegido ha sido perseguido como todos los que Dios ha traído a su Gloria, para que sea Enseñanza sin intermediarios. Esto es la Palabra de Dios dicha en un Lugar, que su nombre es Profeta.

Desperté, oí:

Da mando sin miedo, porque el Mando es de Dios, antes dicho y hoy diciendo.

Aquí el silencio a Dios enfada, una vez que tienen documentos que todos pueden ver.

También decían en la Gloria estas Palabras que muchas veces Dios ha dicho y se han dictado.
“Que Me ves dilo, publícalo. Que el Mando es dicho de mi Padre en Mí”.

La grande documentación que aquí hay no puede presentarla nadie.

La cantidad de Libros que hay para hacer, da que pensar: “¡Qué bueno es Dios, que su Palabra, durante más de cuarenta años, todos los días espera que el hombre le dé publicación!”

A este Elegido no le cansan los desprecios, porque más ve el Poder de Dios.


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viernes, 19 de febrero de 2010

Hay más pecadores porque le ofrecen pecado, que por ir a buscarlo - Libro 81 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo VIII - Pag. 59-60-61


En Sueño Profético hablaban del pecado, del que pecó porque le ofrecieron pecado, y del que lo ofreció sabiendo cómo presentarlo y después su regocijo era escandalizarlo. Este último es pecador al servicio del Diablo.

Dijo uno:

Yo tuve amistad con Agustín en mi vida de espíritu y carne, y muchas veces le oía decir: "Hay más pecadores porque le ofrecen pecado, que por ir a buscarlo insistiendo querer pecar. Hay más pecadores, por no seguirlos el que no peca, pues el que hace este servicio, a Dios tiene contento porque los lleva a su Rebaño".

Ya habló Agustín:

Es duro este trabajo, pincha y tiene gran peso, pero si te lo cargas aborreciendo el pecado y pones la mirada en el Cielo, los pinchos ya no los sientes y el peso no te molesta, y ya puede tu alegría.

No hay satisfacción mayor que sentir el bien que has hecho y presentar a este Dios un grande arrepentimiento.

Yo, cuando fuí pecador, el llanto sentí por dentro cuando, a la vez, me ofrecí para que conocieran a Agustín haciendo frente al pecado, para evitar que otros lo hicieran y para quitar de él al que vivía pecando. Contaba el desprender del espíritu a la carne, cuando el espíritu tiene que abandonar la materia, entonces sientes el peso de algo que no te deja.

Desperté, oí:

No quiere dejar la carne al espíritu, e intenta detenerlo.

Sin saber que la fuerza del espíritu es el Poder de una alegría que tu antes tuviste cuando miraste al Cielo.

¡Es difícil explicar, diciéndole al cuerpo muerto, que al cuerpo quieres dejar!

Es grandeza para sabios, teólogos y literatos, que esta Enseñanza quieran pero tienen que pensar en apartar su carrera para aprender y enseñar de la forma que Aquí cuentan.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Di sin temor las Palabras que mi Padre dice en Mí - Libro 68 - La Palabra del Creador - Tomo VII - Pag. 119-120


En Sueño Profético se vio una nube grande en el campo. No se puede decir cómo se quitó la nube y quedó el Cuerpo de Dios Hijo con su Túnica y su Manto. No se veía todo el Cuerpo, y ya dijo estas Palabras:

- Di sin temor las Palabras que mi Padre dice en Mí, porque tú eres Elegido porque tu creencia buscó este Sitio, que espera al que crea mi Existencia.

Esto ya despide al que quiera que Aquí venga el silencio.

Se quitó la Visión y las Palabras, y un espíritu de la Gloria decía:

Tendrás ganas de llorar cuando recuerdes, despierta la Visión de Dios y sus Palabras, pero el Poder de Dios y el Amor hacen que queden las lágrimas sin poder salir por el sentir que sientes. Éste es un sentir que como no lo sientas no lo puedes decir.

Desperté, oí:

Al ver la Presencia de Dios y sus Palabras no puedes decir cómo sientes en tu cuerpo esta Grandeza.

Y te llega este pensar:

- Yo, Señor, no la merezco.

Pero antes de que se vaya el pensar con tristeza, dices:

- Señor perdóname, si yo lo que quiero es dar mando a tu Existencia y a tus Palabras. Lo que yo quiero es que todos vean lo que yo veo, dicho con tu Mando.

No se puede decir el escándalo que esta Grandeza Divina va a formar con los Libros que tiene publicados, que se están cundiendo por todos los sitios.

Ponen palabras y visión como hicieron los pastores en Belén, y ya el Niño de Dios aquí nacer.


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jueves, 18 de febrero de 2010

Las Fuerzas te vienen después del sufrir - Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pag. 211-212-213


En Sueño Profético hablaban del Elegido. Decían:

El que Dios elige, antes de ser Elegido se purificó su Espíritu con el Fuego Divino y con el Fuego del sufrimiento en la Tierra.

Sin esta Purificación no puede haber Enseñanza.

Dios enseña en el sufrimiento si tú quieres su Enseñanza.

Hay que saber destacar: Elegido que Dios premia, o Elegido para enseñar. Este, no se le termina el sufrimiento, este crece y aumenta más. Le aumenta cuando el sufrimiento, donde acampa, envenena para que ofendas a Dios, para que a Él no Lo quieras. Y en este pensar te hace que el sufrir más grande sea.

Esto, el que ve esta Vida, aunque no ha dejado la Tierra, es sufrimiento sin muros que el sufrimiento detengan.

Dijo uno:

Luego, hay otros sufrimientos que el hombre podía quitar al que Dios Aquí le da Mando para enseñar del Espíritu. Pero el hombre pide Milagros con exigencia y sin pago de obediencia al Elegido.

Desperté, oí:

Son pocos los que cogen
el sufrimiento del Elegido
para descargarle peso.

Son pocos los que piensan.
“si yo le allano el camino,
el Mensaje va más lejos”.

El que anda sin muletas,
si no es de Dios,
del cojo jamás se acuerda.

El que a Dios por dentro no siente,
no busca al Elegido
hasta que le llegue muerte.

Entonces pide el Milagro
y lo busca, aunque no cree.

Debía de pensar el hombre
que ya vivía Milagro
teniendo él de sobra,
y el Elegido iba
pidiéndole limosna.

Este sufrimiento es duro
si Dios no te diera Fuerzas.

Que las Fuerzas ya te vienen
después que el sufrir lo tengas.


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El hombre llama a Dios como al entierro - Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII - Pag. 51-52-53


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En Sueño Profético decían:

El hombre hace las cosas sabiendo que no son del agrado de Dios, esto el que cree. Luego, cuando le llega la hora de la muerte, quiere que Dios le oiga para librarle del Infierno. ¿Cómo puede pensar el hombre que Dios cree que el hombre Lo quiere?

El hombre llama a Dios como al entierro, que no tienes más remedio que hacerlo y mandas que se haga entierro. Pero Dios no es entierro, Dios es Vida Eterna que manda en espíritu y en cuerpo, y a ti te deja que cuides tu cuerpo y tu espíritu. Y si tú amas a Dios cuidas tu espíritu primero.

Dijo uno:

Voy a poner varios ejemplos por si al hacerlo sirviera de medicamento. Pongamos éste primero: Si en la Tierra vemos a uno que tiene una pierna mala y que va a paso cojo y lento, y ya se queda parado, cayendo su cuerpo al suelo, si a éste le llega un cirujano asegurándole la cura sin que le pague precio y, mientras sana o no sana, el cirujano le pasa su sustento y el enfermo se lo desprecia ¿qué reacción tomaría el médico después de que él le asegurara el andar y le llevara su sustento?

Esto es otro ejemplo: Si uno de gran capital quisiera dar su herencia sin que le dieran nada a cambio, y no porque éste muriera sino porque quería que otros vivieran sus riquezas antes de las tuviera que dejar por la fuerza, si esto lo despreciaran ¿crees tú que el rico oirá algún día al que le despreció la herencia?

Pues este es el responder en las cosas de la Tierra.

Desperté, oí:

Si un médico te prohíbe lo que él cree, por sus estudios, que tú no debes hacer y tú sigues la línea contraria, y cuando te encuentres mal lo llamas o vas a verlo, ¿crees que te atendería siendo, antes que médico, hombre justo en sus palabras y en sus hechos si tú estabas nombrándolo y lo estabas ofendiendo?

Y cuando te vieran peor le tirabas por los suelos su carrera de estudios.

Pues figúrate este Dios, que siempre Lo estés ofendiendo y cuando te llegue la muerte quieras que Él te dé el remedio.

Haz las Leyes del espíritu y luego haz las del cuerpo.

Que aunque el cuerpo es de Dios no entra en su Reino.


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miércoles, 17 de febrero de 2010

Buena Cosecha - Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - Pag, 231-232-233


En Sueño Profético se vio el campo y una voz dijo:

Este suelo de este campo, lo pasó Jesús cuando vivió de Hombre en la Tierra, y dio Enseñanza al que lo labraba, para que fuera cundiéndola.

Pasó Jesús con más de sus Discípulos, y había dos hombres labrando la tierra. Se paró Jesús y uno de ellos Le dice:

“Maestro, Te he estado llamando sin voz. Ha sido una llamada por dentro de mí, que es como yo acostumbro a Pedirte y a Consultarte. He estado a punto de discutir con éste, que llevamos la tierra a medias, pero el Cielo y el arado, Te han traído, encerrando mis palabras en mi boca.

El año anterior pusimos trabajo, y no fue buen año. No fue buen año de cosecha, pero sí de Paz y de salud. Mi mujer, que estaba enferma en cama más de un año, se puso buena, y ni mis hijos ni yo hemos hablado de pérdidas, ¡porque tuvimos ganancias! Desde entonces empecé a pedir: ¡Si el Maestro pasara cuando estemos labrando la tierra y Él la pisara, yo sé que el año será bueno!

Tan sólo estas palabras nos han hecho discutir, pero un discutir corto, porque Te vi venir”.

Poco habló el Maestro, y muy cundidas fueron sus Palabras. Todos oyeron del Maestro:

“Tú no Me conocías, pero Yo sabía que querías Conocerme.

Para todo Me llamabas, y siempre que mirabas al Cielo era dando gracias. Ni la enfermedad de tu mujer, ni el comportamiento de tu trabajo en la siembra, lo mal que te pagó, nunca tuviste una palabra, ni en tu Espíritu ni en tu lengua, de ofensa a mi Padre, que vive en Mí.

Cuenta que siempre tendrá esta tierra buena cosecha, y ya tu compañero hablará de Mí, como tú siempre Me has nombrado.


Y, Yéndose para el compañero que no se quitaba las manos de su cara, le dice:

Tendrás ya siempre en esta tierra buena cosecha, y Te dejo mi Perdón, porque tus manos Me lo han pedido.

Desperté, oí:

Cuando oyó estas Palabras se quitó las manos de la cara y dijo:

Maestro, yo no puedo Pagarte esto que me has dado.

“Ya Me pagas, con querer mi Perdón.

Ve contándolo donde te conocen, y a Mí no Me conocen. Y así aumentarás el pago”.



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Todo hay que dejarlo - Libro 66 - Investigaciones a la verdad - Tomo XI - Pag. 23-24


En Sueño Profético vi muchos grupos de gente hablando normal de estos Libros. No se veían caras de coraje, eran de alegría. Era cundir un contenido teológico que pocos sabían. Eran hombres que buena siembra podían hacer con esta Sabiduría. Eran hombres que no habían puesto oído a otros que razones les pusieran a modo de fariseos y actos de hipocresía.

Dijo uno:

Por falta de Amor creyeron en sus primeros momentos. Pensaban que esto serían unas manifestaciones más de Dios de las muchas que hace para recordar Gloria, para recordar su Existencia, para que no se crea que no hay Infierno. Que es lógico pensar que si ahí no vives sus Leyes, aquí no puedes estar Viéndolo. Que si ahí vives sin querer a Dios, aquí Dios te deja Infierno. Con estas manifestaciones Dios premia a muchos, y el hombre lo ve bien, lo ve mal, lo escribe él a su manera o manda castigo.

En estos Escritos no ha podido el hombre poner su corta inteligencia ni su grande maldad. Por ser Dios el que habla para Enseñanza del espíritu, que el hombre lo tiene en olvido y la carne lo domina y lo lleva a su mismo sacrificio, a devorarse entre sí mismos, a pisotear a otros o él mismo pisotearse su dignidad de cristiano.

Por eso es esta Enseñanza intocable para el hombre y respetando su Mando.

Desperté, oí:

Se ha visto en este Arrobo la Fuerza de Dios y la decadencia del hombre.

Se enfrenta a la literatura para enseñar a los hombres.

El hombre se ha ido de Dios, buscando el bien en la Tierra.

Y Dios manda su Saber día a día para el que lo quiera.

Para el que quiera aprender en ese vivir de materia.

Que piense que va pasando por un camino deprisa, que todo hay que dejarlo. Hasta tu carne, que esperan los millares de gusanos.

Por eso esta Enseñanza no la paran en la Tierra.

Porque si la pararan los hombres, no habría de Dios Existencia.


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martes, 16 de febrero de 2010

Hombre Civilizado - Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VIII - Pag. 80-81-82-83


En Sueño Profético hablaban de la civilización del hombre. Decían:

El hombre civilizado acude primero al espíritu y luego a la carne.

El hombre civilizado acude primero a la carne y después al traje que lleva la carne, por valor que tuviera el traje.

El hombre civilizado debería hablar de la guerra en tiempo pasado, poniendo a los hombres, con falta de cultura, como seres hambrientos y satisfechos cuando hacían daño.

El hombre civilizado quiere hacerse el seguro para la Vida Eterna, porque sabe que el espíritu tiene que irse a algún sitio.

El hombre civilizado no intenta desbaratar lo que Dios aprobó, sin ser aconsejado, por no haber otro Dios. Aquí debería el hombre pedir a gritos vivir civilización.

El hombre civilizado exige saber lo que Dios manda para él mientras tiene materia.

Al hombre civilizado no le pega su mano a su brazo.

El hombre civilizado no ensucia la comida que luego pone en la mesa.

El hombre civilizado no le tiene lástima al que no ha nacido, y no deja que muera de hambre el niño que ve andando.

El hombre civilizado no compadece al huérfano que su padre murió, compadece al huérfano, que sin tener muerte su padre, huérfano lo dejó.

Esto es lo que el hombre ha puesto: civilización en guerra.

Desperté, oí:

Igual que Satanás defiende la carne para robar el espíritu, ¿por qué tú, si dices que eres de Dios, no haces fotografías del espíritu que se puede condenar o ya está condenado?

Cierto, que Dios quiere que llores por la carne rota.

Pero piensa en un hombre muerto y que unos cuantos estén diciendo: “¡Qué lástima!¡Cómo se ha puesto de sangre el traje!¡Y lo llevaba de estreno!”

¿Se puede decir civilizado al hombre que diga esto?

Pues mucho peor es todo lo que el hombre está haciendo.

¿Quién dudará que este Escrito haya sido dicho en el Cielo?

A aquél que ponga la duda, lo civilizará su remordimiento, cuando piense en el sufrir que lleva el Pregonero.

Pero tiene que seguir el mandar que da este Cielo.


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Confía a Dios tu carga - Libro 65 - Dios Habla Al No Quiero del Hombre - Tomo V - Pag. 45-46-47


En Sueño Profético decían:

Cuando sabes el peso que llevas es cuando te quitan el peso y a Dios le pides fuerzas. Al pedir ya notas que Él las manda y notarás en tu peso su ayuda y su Compaña. Lo que tú tienes que hacer es confiarle a Él la carga como Dueño que es de tu grande confianza, y ya un día te verás contento y sin la carga.

Dijo uno:

Pídele a Dios su ayuda que Él es el único para ayudar y quitar el peso que va en tu carga. Que es un peso en el pensar, pero como a Dios lo pongas en medio del pensar Él ya se pondrá el primero, y donde decías “no puedo” luego extrañeza tendrás cuando te acuerdes del peso que tuviste.

Tú abraza confianza y cada día verás que el peso, con Dios delante, ya te da facilidad para que pases camino sin decir “no puedo más”.

Desperté, oí:

Confíale a Dios tu peso y, de momento, verás que la carga tiene arreglo.

Pues a veces pesa más porque no ves el arreglo para el peso quitar.

A Dios le gusta que tengas confianza en Él y que nunca Lo dejes de compañero.

Porque Él puede arreglar lo que tú ya no le ves arreglo.

Lo que tienes que tener es su confianza sin peso.


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Primeros Hechos Sobrenaturales: 2ª Parte


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Estuve desde el 20 de marzo al 11 de abril oyendo muchos ruidos de aire, y a veces corrientes de agua con bastante fuerza.

Si estaba sola en el piso, oía pasos descalzos, y me entraba un susto muy grande, y el corazón quería salirse de palpitaciones. Cuando me paraba se iban los pasos.

Lo conté a la familia, y me aseguraban que era algo de sugestión. Yo no estaba conforme con esto que decían.

Y querían que fuera al médico, pero yo me resistía, y me ponía delante de mi crucifijo, pidiendo que me lo quitara. Pero cada vez que hacía esto, los trastornos eran mayores. Y ya me decían en casa: No le pidas con tanta fe, que tú misma te pones mala.


Continuará...

lunes, 15 de febrero de 2010

Misericordia para el hombre - Libro 21 - Te Habla el Profeta - Tomo III - Pag. 134-135-136


En Sueño Profético se oía en la Gloria Alabanzas a Dios, y quedaba silencio. Oías estas Palabras: “Señor, que seas Tú el que nombres que Te pidamos más Misericordia para el hombre que no quiere oír tus Palabras, que van día a día de tu Gloria. Si Tú dices sí, nuestra Alabanza nombra la Misericordia”.

Quedaba silencio y se oía: “Te alabamos Señor en la petición que Tú quieres que hagamos”.

Esta es la Gloria, que antes de entrar el Espíritu, ya entra purificado. Esta es la Gloria, la que sus Puertas abre y cierra al hombre. Esta es la Gloria, Lugar que Dios existe en tres Imágenes, y Ángeles sin cuerpo forman Bóveda en uno de sus Sitios, aunque todo es Gloria. Igual que Dios es Dios fuera y dentro de su Gloria.

Fuera es Dios y lleva Gloria; y Aquí está Él, y ya es Gloria. Aquí, el que está, ya no la pierde.

Desperté, oí:

No la pierde porque él la quiso,
y Dios le abre las Puertas
y vive Eternidad Divina,
que Dios no niega
al que huye del pecado.

No niega, y va buscando.

Busca al que mira al Cielo,
y aparta al hipócrita y al fariseo.

Para éstos no existe la Misericordia.


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El Poder del Elegido - Libro 59 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo VI - Pag. 60-61-62


En Sueño Profético hablaban del Poder que Dios le daba al Elegido, que había sido por Él elegido. Es un Poder que más lo ve el que cree y a Dios ama. Al sentir estas dos palabras ya, para todo, con el Elegido cuentas. Pero tienes que ver bien el camino que te aconseja, porque el consejo que da, ya Dios se lo ha puesto en su pensar. Que esto es pedido para que a Dios Lo busquen y Lo quieran más.

Sigue un espíritu con Mando de Dios:

El que cree y ama a todo le ve diferencia mejor cuando con el Elegido habla. Que esto lo nota el enfermo cuando se acerca a su cama. Yo tuve amistad con Juan de Dios y mucho le acompañaba, porque él quería que siguiera sus pasos por si algún día se encontrara malo, que yo sus palabras llevara a los enfermos.

Ya contaré unos casos que eran de sufrir y luego la alegría achicaba al sufrir:

Un día, llegando a la cama de un enfermo grave, estando un familiar delante, cuando vio a Juan no pudo callarse ni el enfermo ni el familiar. Cuando llegó a la cama, estas fueron las palabras: “Juan, yo sé que estoy grave porque mi enfermedad es de muerte, pero no puedo negar el medicamento tan grande que tu presencia me da. Pero mis padres dicen estas palabras: “Señor, si la enfermedad de mi hijo es para que crea en Ti como está creyendo, cúralo, que yo sé que será un pregonero para llevar a la Gloria incrédulos y cambiarlos por pastores de Dios”.

Otra cama y otro enfermo lo llamaron, y él se paró con estas palabras:

“Yo Le pido a Dios que vuestro espíritu vea el Poder de Dios”.

Antes de terminar dijo el enfermo: “Si yo lo llamo es para decirle que Dios me ha hecho lo que tanto he pedido. Cuando el diagnóstico del médico decía “muerte sin curación”, esto me puso peor, pero desde que veo a Juan mi vida ha cambiado y estoy contento, porque mi cuerpo muere, pero mi espíritu se va con Dios. Que esto lo he visto, que Dios me lo ha dicho en un sueño”.

Desperté, oí:

Dios me manda que sea yo el que diga estas palabras:

Si Dios habla en tu cuerpo, tú llevas este Poder al enfermo.

Es grande sufrir llegar a las camas de los enfermos sin medicamentos, como hace el médico. Y tú querer que sientan el Poder de Dios, aunque mueran.

Yo tuve enfermos que a mí se abrazaban cuando la muerte a la vida se llevaba.

Que estos enfermos están hoy en la Gloria oyendo mis palabras, que Dios me las manda para que queden escritas y ya de Juan de Dios hablan.

El que crea tus palabras te hará llamada para que te acerques a la cama, y curación le llegará al espíritu, que es el que la vida no acaba.

Muchos cuerpos curó el Poder de Dios, y el que no se curó y murió, lo vieron muerto, pero Aquí está vivo su espíritu, que es el que tiene Dios conmigo. Que mi nombre Dios me manda que quede en este Mensaje:

JUAN DE DIOS


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domingo, 14 de febrero de 2010

¿Qué es Dios? - Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - Pag. 77-78


En Sueño Profético se oía cómo preguntar, con estas Palabras, ¿qué es Dios?, y daban esta respuesta: Amor, Fe, Confianza y Aceptación. Sin Amor no vives estas respuestas, que bajan del Cielo para el hombre mientras viva Tierra.

Sin Amor a Dios eres ave solitaria en desierto, y además fuera de techado, sin ver Cielo ni árboles.

Sin Fe no pasa de tus oídos lo que oigas de Dios, y ya vive tu espíritu tibio. La Confianza es compañera inigualable que te quita tentaciones que de Dios pueden apartarte.

La Aceptación ya te ahorra palabras, diciendo: "yo quiero a Dios". La Aceptación va dejando al descubierto a los que no quieren a Dios.

Desperté, oí;

Se han dicho unas palabras
de lo que es Dios,
que son para el Espíritu.

¿Qué es Dios?

Para la materia es la Caridad.

El Amor al Prójimo.

Levantar al caído
y cuando esté levantado, decir:

"Gracias Señor,
que Te he hecho un servicio".

Mándame por sitios tristes,
donde Caridad no llega.

Porque el hombre vive Tierra
y del Cielo no se acuerda.

Aprende lo que es Dios
y ya das esta respuesta:

Amor, Fe, Confianza y Aceptación.

Si esto vive tu Espíritu,
ya hace lo que Dios
manda en la Tierra.


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El pueblo del Milagro - Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - Pag. 207-208-209


En Sueño Profético hablaban de los Milagros. Decían:

El hombre dice Milagro (y no todas las veces) a la curación del cuerpo, cuando el médico da como diagnóstico "incurable". Y si le pides escritos se niega a darlos. Pues si observas las cosas que no son de curación del cuerpo, ves en muchas de ellas el Poder de Dios, y ya sale el Milagro.

Dijo uno:

Yo le llamaba Milagro a todo lo que el hombre no podía llegar. A la lluvia en la sequía yo decía Milagro. En la tormenta en el pueblo (que había muchas), que veías caer el rayo y en el pueblo quedaban vivos los hombres y el ganado. Cuando se iban los truenos y el susto habían dejado, acudían al casino cada uno contando lo que habían visto y al final decían "Milagro". Y yo contestaba: "Milagro sin merecerlo", porque este pueblo tiene a Dios olvidado. El pueblo da con su tierra y su trabajo para que no hubiera hambre, ni tantos mal vestidos y descalzos; y el que muera sin lepra ya es Milagro. Todos se quedaron serios y cada uno ofreció un trabajo. Hubo quien dio tierras para que las trabajaran, y el dueño no cobraba renta.

Desperté, oí:

El pueblo del Milagro le decían otros pueblos.

Ocurrían cosas que de la Tierra no eran.

A mí se me perdieron unos papeles de una herencia, y esto que voy a decir acarreó gente a la Ermita del pueblo.

Estando un día en un banco, hablando con otros lo que el pueblo había cambiado, se movió un grande viento, que levantaba lo que había en el suelo y hasta arrancaba árboles.

Un remolino de papeles llegó al banco, y entre ellos los de la herencia, que los tenía perdidos.

Fue cogerlos y todos se acercaron y dijeron:
"¡cómo puede ser que los papeles perdidos lleguen a este banco! Esto lo hace Dios para que digan Milagro".

Si tienes Fe en Dios ves Milagro, pensando:
¡qué bueno es Dios, que espera al que hizo mal para darle su Perdón!

Los Milagros los ve más el que más crea en Dios.


***

sábado, 13 de febrero de 2010

HEMEROTECA: 3ª Parte

Tú no creías en Mí, pero querías creer - Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - Pag. 197-198-199


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En Sueño Profético decían:

Es peor creer y no amar, que no amar por no creer. El no creer puede que algo te estén poniendo para que no llegues a Quererlo, pero creer y no amar, tú mismo te haces muralla, llegándote a condenar.

Dijo uno:

Yo Le oí un día al Maestro unas Palabras que fueron ladronas de mi sueño, que aquí me mandan que dicte:

"El que crea Quien Soy y la obediencia no Me entregue, que se retire y no Me llame "Maestro", porque el que no crea Quien Soy, no puede traer a mi Rebaño. Pensad, que el que haga mi Mando sin comprenderlo, ya Me está amando, y mi Padre le tiene las puertas de la Gloria abiertas para cuando lo llame y deje la Tierra".

Estas Palabras se hicieron ladronas y me robaban el sueño, hasta que me quité las dudas y salí a su encuentro, y no me dejó que hablara, fue Él el que dijo:

"Ya te llevará el sueño el Amor a Mi Padre y al Maestro, que es a Dios Hijo, al que estás viendo. Tú no creías en Mí, pero querías creer. Yo te he mandado el creer, y tú ya pones la obediencia. Publica que querías creer y mi Padre te ha oído".

Desperté, oí:

Fue una de las Enseñanzas
que más escándalo formó en Israel.

Yo quería creer,
y me pasaba las noches
pensando qué hacer
porque yo sentía algo.

Pero me quitaba el sueño:
"¿Y si creo
y luego no obedezco ni amo?"

Ya amé,
y me sobraba el creer.

A los Discípulos seguía
y su obediencia era mi guía.

Es mejor no creer,
que creer y no obedecer ni amar.

Esto en la Palabra de Dios.

Creer sin obediencia,
aparta de Dios y no acerca.

El que no cree y lo va diciendo,
es peligro que va avisando,
pero no engañando.

Ama, y en amando,
la obediencia va acompañando.


***

Quedarán al descubierto - Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - Pag. 84-85-86


En Sueño Profético decían:

El día que ha traído esta noche, ha dejado alegrías. Ha sido responder al pedir que mucho pides, que son prólogos de obispos para estos Libros, porque a Dios le están mandando sufrimientos por esconder lo que tenían que haber sido ellos los primeros en publicar, ya que son ellos los que tienen el Mando de Dios para perdonar al que pecó y pide el Perdón.

Si pensaran en la muerte del cuerpo, que está vivo porque Dios no manda una Palabra…

Quedarán al descubierto los que creen que Dios ya no existe, ni en la Tierra ni en el Cielo. Éstos son los que a Dios le piden más castigo.

Dijo un espíritu con Mando de Dios:

Cuando vean los prólogos de los Libros que se van a publicar, los que se negaron a hacerlos, empezando por el que está haciendo de obispo del lugar donde Dios está hablando, se darán cuenta de que para Dios no tienen disculpa, porque ya había gran cantidad de Libros publicados, todos diciendo: "Dios dijo", o "Dios está diciendo". Siendo sus Palabras siempre las mismas, Dios dice: "Estas son mis Palabras, antes dichas, hoy diciendo". Y mucho repitiendo. "Que Me ves, dilo y publícalo". Pues si lees un Mensaje, ves que es Palabra de Dios.

Desperté, oí:

El pedir, cuando se pide con Amor y Fuerza de Dios, es porque el creer da la Fuerza, y ya salen estas palabras:

"Señor, yo pido la curación, por el enfermo. Pero me viene pensar, que la curación hace falta para que el Poder de Dios lo pongan lo primero".

Este pensar es del Elegido. Con palabras no es dicho, pero el arrobo sabe lo que piensa el espíritu y lo que va el cuerpo a hacer.

Dicen en la Gloria, que no temas decir que los Libros pronto estén publicados, porque este decir es Mando del Cielo.

El creer lo pone el Amor de Dios, cuando tú este Amor sientes.

¡Es pena tener que ir buscando a los que representan a Dios para que digan que Dios hoy está hablando!

Si tú lo representas, tienes que saber la verdad o el engaño.

Estos Mensajes, para entenderlos, tienes que poner el Amor de Dios lo primero.


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viernes, 12 de febrero de 2010

Palabras Intocables - Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V - Pag. 17-18


En Sueño Profético hablaban de estos Libros. Hablaban de la forma que el hombre los tiene que acoger, aunque ya al hombre han llegado pero la mayoría los han recibido con protesta de palabras o con protesta de desprecio, que a veces esta protesta hace más daño.

Dijo uno:

El hombre en el Camino de Dios guarda el respeto humano y no le importa la separación de Dios. La aprobación de la Iglesia es para el hombre, pero no es para Dios.

Estos Libros es Lenguaje de Gloria, Lenguaje Divino, Palabras intocables que el hombre verá, en la fuerza del que comunica, la barrera de prohibición al corregirle los temas u otras Palabras que afirma que son igual al Evangelio, ya sean dichas en Arrobo, en Éxtasis o en un desierto pero que por Dios son dichas. Y a alguno le llegó el eco: "Qué más da dónde sean dichas, tú afirma que es igual al Evangelio".

Esta firma tiene el valor para los que están lejos de este Elegido antes de leer el Libro, pero el que conoce el Caso y puede oír al Instrumento ya la firma va detrás, porque a éstos no le va impedimento.

Desperté, oí:

Al hombre le cuesta trabajo hacer el bien en lo que está mal hecho, repite lo de Israel con orgullo y con desprecio.

Dios eligió Israel y el hombre allí Le preparó entierro.

Creen que era Dios, pero no el primero ni el segundo.

Lo cree aquél que oía tanto hablar del Maestro y no Lo conocía.

¿Qué necesitaban los hombres para decir "Este es Dios", si su Amor premiaba, con el Perdón, al que quería Seguirlo?

El hombre buscó a hombres que dijeran "Este es Dios", pero esto no sirvió en el Cielo para el que Lo conoció o podía Conocerlo y no Lo siguió.

Porque a Dios lo veía hasta el que no quería Verlo.


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Ciego - Libro 76 - Investigaciones a La Verdad - Tomo XII - Pag. 68-69-70


En Sueño Profético decían:

Ve menos el ciego de espíritu que el ciego de los ojos de la carne. Al ciego que todos ven ciego, le llega ayuda para pasar la calle. En cambio, el ciego de espíritu, tropieza y se cae sin que le llegue ayuda, porque él verá cómo levantarse. Que este es el pecar que el hombre le hace.

El ciego de espíritu ve menos que el ciego al que ayuda le dan en la calle. El ciego de los ojos va viendo con sus manos, porque va diciendo: ¡Señor, que el tacto sea mi vista! ¡Señor, que nadie Te ofenda cuando me vean andando! Esto le hace luz en el camino corto y en el camino largo. El ciego de espíritu va tropezando, pudiendo vivir con pasos anclados.

Dijo uno:

No hay ciego de espíritu que, queriendo curarse, no tenga cura. Pero la falta de Amor a Dios rechaza el medicamento y ya queda peor que el ciego que tira el bastón y cruza los brazos.

Desperté, oí:

Son razones poderosas
las que en esta Gloria dan.

¡Qué ejemplo de compasión
pone el ciego al verlo andar,
sin pensar que hay más ciegos,
aunque bien los veas andar!

Pero con la gran ventaja
de que se pueden curar.

Pero tienen que creer
al que Dios enseñó
a quitar esta ceguera
para ver en la Eternidad.

Cierto que el ciego a Dios llama
y en la llamada a Dios ve.

Y el que ve, cierra los ojos
y se retira de Él.

¡Tiene que aprender el hombre
a no ser ciego si ve!


***

Primeros Hechos Sobrenaturales: 1ª Parte


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Nueva Sección: Primeros Hechos Sobrenaturales de Ana García de Cuenca.

De nuevo, gracias a todos los lectores por vuestro apoyo y seguimiento a diario de este Blog. Quiero seguir incluyendo nuevas secciones para que conozcáis más a fondo este Caso.

En esta ocasión, voy a publicar en varias partes, los primeros Hechos Sobrenaturales que Ana García de Cuenca empezó a tener en el año 1954, justo antes de empezar a recibir los Dictados de Dios que serán diarios hasta el año 2005, año de Su fallecimiento:


Fue una mañana de marzo de 1954, cuando fui a la Iglesia de los Padres de Gracia, y éstas fueron las primeras cosas sobrenaturales que me ocurrieron:

Estando de rodillas delante del Rescatado, vi cómo movía la boca.

Esto, creí era mi vista, pero cuando lo hizo varias veces, me creí me estaba entrando una enfermedad de pulmón o angina de pecho.

Contaré mi sensación:

Noté como si me metieran aire en el pecho, con un dolor grandísimo, y a la vez mi sensación era ponerme muy alta, pero miraba a mi hermana y a una amiga que venía conmigo, y me veía como ellas.

Estos síntomas eran para pensar en la muerte. Eran buenos y eran malos. Esto no sé escribirlo. De palabra sí me comprenderían.

Cuando me noté tan mal me salí a la calle, y allí se me fue pasando.

Dicen las que estaban conmigo, que se me puso la cara muy pálida y rara.

Cuando llegué a mi casa, me puse delante de un crucifijo que tengo y dije:
Señor, que no me repita esto, le hago tanto falta a mi hijo y a mi marido, ahora que lo has puesto bueno...(pues estuvo seis años enfermo en cama).


Continuará...

PRÓLOGOS - 2ª ENTRADA: Monseñor José Guerra Campos - Obispo de Cuenca


Libro 3 - La Palabra del Creador (No he puesto el Prólogo del Libro 2, ya que comparte el mismo prólogo que el Libro 1)

ADVERTENCIA DOCTRINAL

Esta obra habla de Dios y tiende –son palabras de la autora “a hacer normal la comunicación con el mundo espiritual”, que se nos ha revelado en el Evangelio de Jesús, el Hijo de Dios. “Dios se comunica para que el hombre tenga de amigo a Dios”.
Su riqueza de manifestaciones simbólicas se traduce en un lenguaje peculiar, acomodado a las formas culturales de la autora, que hay que entender según sus propias modalidades semánticas, sin incurrir en el error injusto de extraer las palabras fuera de su contexto y sobreponerles otras acepciones con que se emplean en marcos diferentes.

Habrá que advertir, sobre todo, que la autora no se atiene a ninguna terminología especializada de las escuelas teológicas. Si nos referimos, por ejemplo, al Misterio de la Santísima Trinidad, es bien conocida la dificultad clásica, no superable, que hay para expresar juntamente y con claridad satisfactoria: de un lado la consustancialidad (que el Padre, el Hijo y el Espíritu son el mismo y único Dios, con una sola inteligencia y voluntad, un solo poder, una sola acción sobre el mundo); y de otro, las distintas relaciones personales coeternas (el Padre, el Hijo y el Espíritu son realmente tres Personas dentro de la absoluta unidad de Dios).
La misma Sagrada Escritura del Nuevo Testamento, que en tantos pasajes desvela esa gran Realidad, no refunde los textos en ninguna fórmula sistemática. El Magisterio de la Iglesia ha resumido la revelación divina en fórmulas dogmáticas; pero aún éstas necesitan ser leídas desde el interior de un contexto de tradición viva en que es transparente la intención de la Iglesia, ya que las fórmulas por sí mismas (como es natural dada la trascendencia de su significado) no eliminarían toda ambigüedad. Recuérdense las oscilaciones en torno al mismo vocablo conciliar “homoúsios”: con él queda muy claro que el Hijo tiene el mismo ser con el Padre, es verdaderamente el Dios único; pero no destaca con igual nitidez la distinción personal (aunque ésta, en el contexto de la Profesión de Fe, no ofrece la menor duda). Otro ejemplo: la traducción española del Credo (“de la misma naturaleza que el Padre”) podría entenderse equívocamente de una comunidad de especie, sin la debida afirmación de la unidad y la unicidad de Dios. Y no se olvide cómo en los escritos de San Pablo la denominación “Dios” suele reservarse al Padre.

Pues de manera semejante –aunque con otra clave lingüística y diferente precisión conceptual– en la obra de la señora García de Cuenca hay expresiones que, acentuando mucho la unidad en el ser divino del Padre, del Hijo y del Espíritu, son menos expresivas de la distinción personal. Ejemplos:

“El que no me quiere de Padre, no me quiere de Hijo, por ser Todo el mismo Dios”.
“El Padre era el Hijo”. “Mi Padre dirá: Mi Hijo que soy Yo”.
“Cuando adorabais al Padre, me adorabais a Mí... Yo soy Padre e Hijo... Yo soy mi Padre... Todo es un mismo Dios”.
“El Poder de Dios Padre es único y eterno... Sólo hay un Poder del mismo Padre que se hace Hombre... Dios se hace Hombre... Dios Padre se hace Hijo para poder enseñar su Palabra”.
E incluso se enuncia la unidad en el ser divino con una elocución popular (“una misma persona”) que el lenguaje técnico restringe a significar la distinción personal:
“No puede ocurrir nada sin que lo sepa Dios Hijo, y sin que sea mandado por el Padre, por ser dos una misma Persona”. (Texto en que, dicho sea de paso, la dualidad Padre-Hijo queda al mismo tiempo bien marcada)
Pero abundan igualmente las expresiones en las que sobresale la distinción y relación entre Personas: “A Dios Hijo lo vieron los hombres, pero a Dios Padre y a Dios Espíritu lo ve el que Dios Padre quiere”.
“Mi Padre está sin cuerpo, y yo en cuerpo soy mi Padre”.
“Mi Padre ha mandado que estas Palabras sean dichas por Dios Hijo”.
“Yo soy Dios Hijo y mi Padre está en el cielo”.
“Soy Dios Hijo, enviado de Dios Padre”.
“Vendría su espíritu... cuando el Padre viera que amaban al Hijo; y a los Tres, Adoración”.

También hay que considerar que en la terminología de la autora las denominaciones de “Filiación” suelen referirse al estado de “obediencia”, la cual –con justeza teológica– es inherente a la Encarnación.

“Dios hecho Hombre, que por ser Hombre tiene obediencia”.
“Todo es un Solo Dios; hubo que hacerse Hijo y mi Padre me mandó”.
“Yo soy Dios Hijo y vivo en la obediencia de mi Padre”.
Pero también dice: “Dios Hijo se hizo Hombre”.

Por tanto, la impresión de “modalismo trinitario” que podrían ocasionar algunas frases sueltas se disipa con la atención al conjunto. Y este es un criterio de recta interpretación que el lector hará bien en no olvidar. Criterio aplicable también a otros temas, como el de la Resurrección de Cristo. Criterio universal, indispensable –como hemos recordado– en la lectura de los mismos Libros Sagrados.


Monseñor José Guerra Campos
Obispo de Cuenca

jueves, 11 de febrero de 2010

Traficante del pecado - Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas Con El Padre Eterno - Tomo III - Pag. 40-41-42


En Sueño Profético enseñaban a conocer el pecado en el pecador que tenían por bueno, pero era traficante del pecado. Este no es conocido, como no estés enseñado por un Espíritu limpio, que siempre va buscando la huella de un Dios Divino, que ama, espera al hombre, o lo busca para entregarle el Perdón y borrarle su pasado.

Dijo uno:

Muchas veces han dicho en Gloria
y ahí escrito está al dictado,
que no hay pecado mayor,
que saber que habla Dios,
y tú desprecio estás dando.
Y Aquí no admite disculpa,
porque la verdad se ve
como lo negro y lo blanco:
como suelo que lo pisas,
y Cielo que queda alto;
como las manos y los pies,
que los pies ves por el suelo,
y las manos
no hace falta que preguntes
si son pies o si son manos.
Pues más claro ves Aquí,
que es Dios el que está hablando.

Si tú vas en contra de Esto, en acción o en palabras, tente tú mismo grande lástima. Porque Dios, antes que albergues pensamientos y de tu boca salgan palabras, ya sabe, que eres falso, hipócrita, fariseo y traficante de pecados.

Desperté, oí:

Si tú no comes,
teniendo comida,
enfadas a Dios.
Pero si tienes comida
y la niegas al hambriento,
es pecado, pero grave.

Llegar al recinto de Dios,
ver los Hechos y Palabras
y querer decir que no,
tente tú mismo gran lástima.

Porque todo lo que toques,
cuenta que se desbarata.

La vida del Elegido,
si no es verdad,
nadie puede imitarla.

Pues si ya te da este ejemplo,
respétale sus palabras.

Que bien claro puedes ver,
que ella es por Dios guiada.

Ahora piensa: ¿si no pecas
al no oír estas palabras?

Respeta y ponle Amor
a lo que del Cielo baja.

Porque no hay cosa más grande
que oír al que Dios le habla.


***

Si Dios Bajara a la Tierra - Libro 11 -Te Habla El Profeta - Tomo II - Pag. 3-4


En Sueño Profético decían:

Si Dios bajara otra vez a la Tierra hecho Hombre, había más que no Lo querían que cuando bajó: formarían más escándalo a su contra, y el adelanto del hombre les serviría para ir Haciéndole comprobaciones para Decirle: "Tú no eres Dios". Dijo uno: Si quieres saber si en Dios creen, pregunta esta pregunta: ¿tú crees en las Apariciones en Tierra, que Dios manda desde su Gloria?; ¿tú crees en la Revelación?; ¿tú crees que Dios haga Arrobo del Espíritu?; ¿tú crees en un Mundo sin materia?; ¿tú creerías si yo te dijera, Dios habla en mí?. Seguro que el que esto oyera inventaría algo en contra, para desmentir; se le cambiaría la cara; no tendría palabra preguntando con la Vida que éste hiciera, porque ya no igualaría la extrañeza con los hechos.

Si Dios bajara a la Tierra,
y Él se fuera presentando...
¡qué mal le caería al hombre
de ese mundo de pecado!;
el hombre habla de Dios,
de un Dios abandonado,
que otros Lo matan y entierran,
Dándole por fracasado.

Desperté, oí:

Si el hombre tuviera a Dios por Vivo como en la Tierra, como de Hombre vivió, no le extraña su Existencia.

No le extraña que le digan, yo veo a Dios cuando estoy muerta.

Pero no es muerte de Dios.

Es muerte de la materia con un Mando que Dios da para que quede materia esperando, el llegar el Mando de Cielo a Tierra.

El Mando para enseñar
carne viva o carne muerta.

Esto no lo cree el hombre;
sus reacciones lo demuestran.

Si no crees el mandar
Dios su Palabra a la Tierra,
di, que no crees en Dios,
aunque el hombre se ofenda.

Se ofenda en el decir,
del papel de esa comedia.


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miércoles, 10 de febrero de 2010

Señor, que mis palabras den fuerza como las que Tú me dabas - Libro 51 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo V - Pag. 197-198-199


En Sueño Profético decían:

¡Qué grande es el Amor de Dios,
y qué pocos lo comprenden!

¡Qué grande es este Amor
que sin él, vivir no puedes!

Esto aquí lo está diciendo
la que mi nombre conoce.
Lo conocen porque Dios quiere que mi nombre lo nombren.

Cuando yo vivía con cuerpo iba por las calles, cuando salía del convento, deseando hablar de mi Dios al que me paraba. Y me hacían preguntas, algunas veces, que me sentía como si me clavaran. Estas preguntas salían de mis compañeras, pero yo no me callaba. Y mi respuesta era: "Señor, quiero defender lo que Tú amas a los hombres, pero me salen palabras un poco fuertes. Y es que mi cuerpo no vive si yo callo". Que esto oí una noche, de esas noches que el sueño negaba la cama, que aquí digo las palabras porque Dios manda que queden en Libros:

Teresa, no temas el dar con fuerza la respuesta cuando duden de la Existencia de Dios. Que si tu contestar es con reparo y miedo dices que esto no es verdad. Y ya tienes la muerte en acecho y te puedes condenar por tener miedo en las palabras que Dios te dice.

Desperté, oí:

Cuando pasaba mi Éxtasis y oía estas palabras, ya nadie admitía que me hiciera preguntas que mi responder me asustara.

Cuando contestaba, más sentía que mi Dios se enfadara.

Dios me hacía comprender que para seguir sus Pasos yo tenía que padecer, pero un padecer contento, cuando el sufrir me dejaba tiempo para que mi alegría contagiara al que mucho a Dios no quería.

Mi Amor era grande, pero faltaba tamaño si mi pensar me decía: "Teresa, por mucho que a Dios quieras, Él te elige para que digas, dentro y fuera del convento, que Dios me lleva a su Gloria aún teniendo cuerpo".

¡Ay Señor, que mis palabras den fuerza como las que Tú me dabas!

Que sentía vida con fuerza cuando me despertaba.

Yo quisiera y pido a Dios que mi nombre lo oigan, pero con fuerza de Dios.

TERESA DE ÁVILA


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El descanso para el que a Dios ama es hacer mas Mando que Dios le mande - Libro 87 - La Palabra Del Creador - Tomo IX - Pag. 154-155


En Sueño Profético decían:

Para creer a este Elegido piensa si tú puedes hacer la vida que Él hace, sin cansarse y pidiéndole a Dios que su Mando no le falte para ir cundiendo las Palabras que Dios dice cuando arroba su espíritu y lo trae a la Gloria. Y ya, estas Palabras que le dicen en la Gloria entran en el cuerpo, que es la Enseñanza que hay en los Libros publicados.

Todas estas Palabras son dichas por Dios Padre o por Dios Hijo, pero nada de lo que hay en estos Libros está repetido. Tienen el mismo camino, dicho por Dios o por otros con el Mando de Dios.

Al pensar esto te llegan alegrías y sufrimientos. Las alegrías, al oír la Voz de Dios y al ver su Presencia. Y los sufrimientos, al tener que esperar, siendo una Cosa tan grande, que Esto llegue a sitios donde digan que Esto tiene que estar como la Luna y el Sol, como la lluvia y el aire, como el nacer y el morir del niño o del anciano.

Decían que al ser Elegido, el sentir que siente tu espíritu le llega a tu cuerpo, y ya tu sufrimiento es querer que estas Palabras de Dios las dieran de Enseñanza en los colegios. Y ya, cuando esta Enseñanza estuviera por todos sitios, el Camino de Dios estaría por unas partes lleno y por otras esperando, porque habrían sentido que los que están al Servicio de Dios no tienen descanso, porque el descanso para el que a Dios ama es hacer mas Mando que Dios le mande.


Desperté, oí:

Piensa ya, en todos los momentos de tu vida, que Dios es el Único que puede darte Paz y fuerzas de Amor, y ya cada día más querrás a Dios.

Se van a decir estas palabras que el Elegido siente:

"Señor, yo no me enfado si algún día no veo a los únicos que tengo, porque no los ven mis ojos, pero mi espíritu los tiene abrazados".


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martes, 9 de febrero de 2010

El hombre administra lo que Dios Da - Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - Página 26-27-28


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En Sueño Profético hablaban del Mundo, del Hombre, de la Tierra, de lo que nace, de lo que muere, del Sol, de las estrellas, del día cuando amanece, que por mucho que el hombre sepa, no puede saber lo que aquél día le deja, y lo que la noche le guarda para que el día lo vea. Hablaban de sabiduría temporal, de Sabiduría Eterna. Decían:

Todo lo que se ha nombrado es el Mundo sin dueño material, aunque el hombre se crea dueño, que es el mayor engaño que vive su cuerpo.

Si el hombre pensara en sus poderes temporales, no se nombraba dueño, se decía “soy administrador de lo que Dios me deja mientras viva mi cuerpo; a más abundancia me de que administre, más cuentas tengo que entregar luego”.

Dijo uno:

Pídele a Dios que te dé mucho para Administrarle, pero Dile sin palabras.

“Señor, que yo nunca me tenga por dueño, que la administración me sirva para Llevarte muchos a tu Reino”.

Desperté, oí:

¡Qué alegría es tener para a Dios Administrarle de todo lo que Él te dé!

Pero tienes que pensar que la vida sin el cuerpo ya no necesita nada.

Haz este pensar y tráete a la memoria que el hombre no es de nada dueño, ni tan siquiera de su misma su persona.

Tan sólo es dueño de estas cortas palabras: “No quiero, o quiero Gloria”.

Aquí Dios te da la respuesta levantando el Brazo, o abriendo las Puertas de su Gloria.


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Hombre bueno - Libro 77 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IX - 92-93


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En Sueño Profético decían:

Si eres bueno para Dios, eres bueno para el hombre.

Si eres bueno para Dios, rechazas todo lo que a Dios ofende.

Dijo uno:

Hay quien le pone el nombre de bueno al que no roba ni mata a sabiendas que a Dios no ama. Éste no mata el cuerpo, pero va enterrando espíritus y llevándolos al Infierno. El que no ama a Dios se conoce de momento, algo tiene que te aparta si tú para Dios eres bueno.

Yo no podía tener intimidad con el bueno, aunque el hombre lo premiara, si a Dios no nombraba y del Prójimo no se acordaba. Yo tenía a Dios presente en todo lo que iba a hacer. Había veces que mis pasos y mis palabras las retiraba pensando en Él, luego me daba alegría, aunque en el crítico momento coraje me ponían. El Cielo me quitaba el coraje cuando mi mirada subía. Y es que cuando a Dios quieres seguir algo saldrá a tu camino para que vean que tu Amor a Dios no es limpio.

Desperté, oí:

El hombre es mal tasador para tasar al hombre bueno.

Revuelve el metal con oro y luego llega el momento que no sabe pedir precio.

Al hombre que no busca a Dios y la Palabra de Dios no practica con Amor y Paz, no le va el nombre de bueno.

Es peor que decirle al gigante enano, y al enano decirle gigante.

O al cordero león, y al león cordero.

Estos nombres no se igualan pero destaca más decir hombre bueno al hombre que a Dios no ama.


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PRÓLOGOS - 1ª ENTRADA: Fray Alberto Riera Sellabona O.P. Promotor de Apostolado


Con la intención de ir ampliando el Blog con toda la documentación de la que dispongo de este Extraordinario Caso, quiero inaugurar otra nueva sección: "Prólogos", en la que poco a poco, iré añadiendo todos los Prólogos que cada Libro contiene en sus primeras Páginas y en los que, importantes personalidades, tanto seglares como representantes de la Iglesia, describen sus opiniones e impresiones sobre el Caso.

De manera cronológica, el primer prólogo que postearé a continuación, pertenece al primer Libro: Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno, Tomo I.

Espero que les guste:


La vida excepcional de entrega a los demás, de doña Ana García de Cuenca, es -sin duda- para los que la conocemos, un caso insólito de auténtica caridad cristiana.

Es relativamente fácil en un momento de nuestra vida, realizar algún acto caritativo, pero vivir todas y cada una de las horas del día con esta única idea y esta acción, es algo realmente heroico, y sólo concebible en un alma, que como la de doña Ana García de Cuenca, tiene que tener necesariamente, una permanente presencia de Dios.

Podría contar en estas líneas, que a título de prólogo escribo, casos que conozco perfectamente en todos sus detalles, y creo son impresionantemente únicos, pero harían este prólogo tan largo como su propia vida.

A lo que no renuncio es a certificar que desde que la conocí en Córdoba en 1965, he probado su infinita caridad a través de su vida y sus obras, siendo en todo un auténtico espíritu de Dios, como me consta.

Dijo de ella el que durante quince años fue su Director Espiritual: "En mi vida sacerdotal, es la persona que conozco, vive el Evangelio más intensamente; lleva a Dios Consigo, y se Lo pega a todos los que la rodean."

Doña Ana García de Cuenca, fue muy religiosa desde su niñez, con una fe auténtica que Dios ha ido acrecentando a través de su vida de piedad, y sobre todo de su caridad, Desde hace poco tiempo viuda, con un hijo ya casado. Es realmente de una gran sencillez, de origen modesto, de cultura elemental, pero su personalidad, dentro del gracejo natural que tiene, es tan acusada que a poco de conocerla, se palpa en ella el Espíritu de Dios.

Como ella misma cuenta en el preámbulo de este libro, su caso es realmente excepcional, y yo con mi responsabilidad de Licenciado en Teología, Profesor de Filosofía Social, y actual Promotor de Apostolado,

TESTIFICO:

Que he examinado, leído, estudiado y compilado los escritos que doña Ana García de Cuenca dice le son Dictados por Dios; que al no encontrar nada opuesto a la doctrina de la Fe y a las sanas costumbres cristianas, y presentar todas las señales de un verdadero espíritu de Dios, avalado por su sumisión a la Iglesia Católica, y consciente del bien que su vida y su obra hacen a las personas que le conocen y leen sus escritos, tengo que reconocer que éstos mantienen la misma vivencia, calor y espiritualidad de los primeros momentos, aumentados -si cabe-, por una mayor preparación de su espíritu al contacto con Dios, manifestado a lo largo de veinte años.

Consciente por último, del bien tan inmenso que este libro hará al que lo leyere, sobre todo en estos tiempos que nos ha tocado vivir, no sólo no he dudado en prologar este libro, sino que jubilosamente lo hago, pues estoy firmemente convencido que en los capítulos recopilados, aletea el Espíritu de Dios.


Fray Alberto Riera Sellabona O.P. Promotor de Apostolado

lunes, 8 de febrero de 2010

HEMEROTECA: 2ª Parte


El Sufrir del Elegido - Libro 55 - Investigaciones a La Verdad - Tomo IX - Pag. 41-42-43


En Sueño Profético hablaban del sufrir del Elegido. Decían:

Este sufrir es de ver que no puede hablar lo que Dios le hace ver, que es para hacer el bien y retirar el mal.

Dijo un Espíritu de Dios:

Los que están unidos al Elegido, deberían contar siempre con el Elegido, y ya la respuesta que les diera sería para bien de todos, por ser del Cielo y no de la Tierra.

Todo lo que oigan del Elegido va de donde han salido las Palabras del Arrobo.

El que tiene aquí contacto debería pensar lo que Aquí Dios Dicta todos los días para que no quede sólo en Palabras, para que quede en archivos, en Libros Bíblicos, para toda la vida.

Esto tiene su defensa leyendo los Mensajes, porque en Ellos ves Cielo, no Tierra.

Si estos Mensajes los cogieran los Teólogos, les quitarían el sueño, cuando pensaran que la Jerarquía de la Iglesia, Representantes y Ministros de Dios lo iban a pasar mal cuando les llegara la muerte y recordaran estas palabras: "Yo soy representante de Dios y administro sus Poderes. Pues no Lo he representado bien ni he administrado el Poder que me ha dado".

La Cabeza de la Iglesia debería dar una orden a sus Ministros, y que todos esta orden siguieran.

Desperté, oí:

Que no falten estas Palabras que Dios Manda que se publiquen.

Y que se hagan todos los Libros que hay que hacer.

Que ya acudirán de todos los sitios donde cristianos haya.

Todo el Arrobo era nombrando a sus Ministros y Jerarquías de la Iglesia.

Decían, que si fuera solo decir, "Dios me habla", sin poder presentarlo todo escrito como aquí está, ya podía haber sus dudas.

Pero aquí tienen todos los documentos con la Licencia Divina.

La Cabeza de la Iglesia está con estos Libros en las manos, en fotografías y periódicos publicado.

A este Elegido, el no creer que Dios está vivo, le está haciendo sufrir, ya pasados cuarenta años.

Los que están haciendo estos Libros, que pongan aquí su primer tiempo.

Ya que Dios lo está pidiendo.


***

"Profeta, Lugar que Hablo Yo" - Libro 1 - Meditaciónes y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - 125-126-127


En Sueño Profético hablaban de los Profetas. Decía Domingo de Guzmán:

"Profetas no pueden faltar; Profeta es la Palabra de Dios dicha en el hombre y para el hombre. Los Profetas empezaron cuando Dios Hizo el Mundo, cuando Dios Hizo un Mundo material. Entonces Dios Tenía que Comunicar el Mundo Espiritual con el Material. Dios tuvo que empezar Hablando en el hombre, para que el hombre conociera a Dios, y Dios puso este nombre: Profeta, Lugar que Hablo Yo. Él Se Hizo Hombre, Era Dios, pero la Actuación fue del Padre y ya al Hablar en Él el Padre, Fue también Dios Profeta. Esto tiene que aceptarlo normal los hombres. Dijo Domingo a Tomás. "Tú Tomás, si un cuaderno igual a éste, en tus manos hubieras tenido ¿cuál decisión habrías tomado?"

"Va mi respuesta Domingo
y a esta Gloria yo no engaño.
Ésta sería mi Actuación:
Publicar pero sin descanso,
y antes de publicar,
iría leyendo y besando,
esta Gran Teología,
no de libros ni escribanos,
ni del gran intelectual
ni aquel que sea más osado,
puede escribir una frase
que Aquí le hayan dictado
porque El que a Ella Le Dicta,
Dicta de nadie copiado".

Desperté, oí:

Escándalo ni Revolución, no es la palabra a la Publicación.

La Publicación será adoración al Libro.

El Libro será unas reliquias vivientes, reliquias que irán sanando espíritus.

Estos Libros darán Paz al que los lea y medite en esta Eternidad.

DOMINGO DE GUZMÁN Y TOMÁS DE AQUINO.


***