En Sueño Profético hablaban del Amor de Dios. Decían:
Este Amor, cuando te llega, antes lo sientes por dentro. Te da alegría y pena. Pena, porque ves personas buenas, pero por dentro no llevan esta medida de Amor que te convierte en alegría la aceptación que te llega a lo que permite Dios a los hombres en la Tierra.
Yo decía que no era vida
el que este Amor no sintiera.
Este Amor,
vas con compaña
aunque crean que vas sola.
Este Amor se hace ladrón
y el sueño te lo roba,
o se lleva el movimiento
que tenía tu persona.
Y te hace que veas y oigas
lo que vive Aquí en la Gloria,
que esto, su nombre es éxtasis,
que te aparta
del movimiento en la Tierra.
Esta alegría es por dentro
más fuerte que por fuera.
Yo, cuando a mis compañeras
se les oían los suspiros,
me metía con ellas
y les decía estas palabras:
“No aceptad los suspiros,
poned las caras contentas,
que a mí, si me veis llorar
es porque quiero que me crean
cuando me pongo a contar
lo que el espíritu ha visto o ha oído
cuando el éxtasis llega”.
Desperté, oí:
Después de decir
este Amor como se siente,
veo que faltan palabras,
porque el sentir del espíritu
te detesta las palabras.
Este Amor se hace dueño de tu espíritu,
y ya sientes Fuego que te quema,
y tú Le pides más Fuego.
Yo no estaba contenta
como no sintiera éxtasis
y mi nombre lo sintieran
de este Dios que si Lo buscas
sale al camino y te espera.
¡Ay Señor, que yo quisiera
ir manchando de este Amor
y que tu Mando pidieran!
Yo quisiera que tu Nombre
muchos lo tuvieran en la boca,
y la mirada en el Cielo.
Yo quisiera, y tanto quiero,
que Te buscaran los hombres
porque sintieran este Fuego.
Y ya cambiarían sus vidas
y se harían prisioneros.
¡Ay éxtasis de Amor Divino,
que lo quisiera más largo!
¡Ay Cárcel de mi Señor,
que yo quisiera llenarla
contando lo que me pasa!
Aunque no diga mi nombre,
ya lo dicen mis palabras.
Yo quisiera encontrarme
con muchos que me buscaran.
TERESA DE ÁVILA
***
Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C9
El sentir de un éxtasis solo lo puede describir quien lo haya vivido
ResponderEliminarTeresa sabía de Amor y penas
Por tanto que amaba a Quien la llevaba en espíritu a los Cielos y luego otra vez a la tierra