En Sueño Profético hablaban del espíritu y la carne, para que el espíritu llevara la Enseñanza al cuerpo. Decían:
Estas Enseñanzas, practicándolas, no pierdes el Cielo.
Si crees en Dios, crees las Palabras que dijo Dios Padre antes de hacerse Dios Hombre y bajar a la Tierra.
Si crees en Dios, tráete a la memoria lo que Dios Hijo dijo en la Tierra:
“Me voy al Padre, de donde he venido, pero Yo estaré en la Tierra con el que Me quiera, porque aún Me queda mucho que deciros”.
“El que Me quiera, desprecia el reino de la Tierra y busca el Mío, que es el Eterno que Yo tengo prometido”.
“Aprended a conocer los espíritus que os quieren arrebatar la Paz, porque la Paz es de mi Gloria”.
Dijo uno:
Yo, cuando viví con cuerpo, conocí cuándo el espíritu del mal se metía en lo cuerpos o intentaba meterse para hacer ver que aquel cuerpo no era bueno.
Iba en mi busca el que creía en el Cielo, y cogían mis palabras como medicamento.
Desperté, oí:
Estos espíritus que no son de Dios, hacen que al malo lo crean bueno.
Y al bueno le van poniendo obstáculos para apartarlo del Cielo.
¡Qué Palabras, dichas por Dios Hombre y Poderoso!:
“El que crea en Mí, Me busca, porque mis Palabras son Alimento para el espíritu y Medicamento para el cuerpo”.
“Si tenéis reacciones en mi contra, pensad que no tenéis espíritu bueno”.
“Buscad mis Palabras, y los espíritus del mal no tomarán aposento”.
Yo me dediqué a enseñar a que abrieran sus espíritus a los espíritus de Dios, que son los que te dan la Paz.
A que conocieran a los que querían engañar con palabras, con valores o con defensas.
Un espíritu de Dios te enseña como tú quieras, y ya ves donde no ve el que esta Enseñanza desprecia.
Un Espíritu de su Gloria.
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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C3
Un Amen que llegue al Cielo!
ResponderEliminarLa lucha del mal no tiene descanso
Los que queremos ser de Dios tenemos que armarnos con la Palabra de Dios y ya quedan derrotados los que quieren mancharnos