lunes, 6 de septiembre de 2021

Yo tengo la confianza en que Tú oyes mis ruegos

En Sueño Profético decían:

No temas decir lo que ves o lo que sientes, que nadie ve o siente. Esto va a la Visión que los “Humos Divinos” te hicieron del Rostro de Dios, y que por temor a que te juzgaran como una enferma, quedaste sin comunicarlo a los que contigo estaban delante, pero esto no vieron.

El Rostro se veía con movimiento, como se mueven los “Humos” cuando existe el cuerpo.

Sigue el Mando de Dios en un espíritu:

El espíritu del Elegido puede hablar de todo lo que en la Tierra no está, como es el Poder de Dios y el Mando que Dios le da. Unas veces oye la Voz del mismo Dios, y otras veces del Mando que les da a los que Él manda.

Todo es un Amor que, si no amas, no puede ser comprendido. El Amor que siente este Elegido le esconde el sufrir, y por eso lo lleva escondido. Quiere ir repartiendo Vida que nunca acaba, porque en la Gloria ve cuerpos que hace siglos murieron, pero que su espíritu es Eterno.

Debería tener castigo el que esta Enseñanza no enseñara. Y el que la aprendiera, tendría que vivir los Mandamientos, y su Palabra no poder reformarla, porque perdería la Gloria, como con el adelanto el hombre hoy la está perdiendo, y ya muchos la han perdido.

Desperté, oí:

Es sencillo el ver y oír todo lo que dicen en la Gloria para que quede enseñado.

Pero es sufrir y temor, el decir: “Esto me está pasando, y esto estoy viendo”.

¿Cómo decir cómo eran los “Humos Divinos” que formaban el Rostro de Dios Hijo?

Era el mismo que en algunos cuadros se ve.

Este Elegido dice poco por temor a que le quiten grandeza.

Hoy no hay quien tenga estos Mensajes todos los días.

Antes de llegar el sueño, recordaba el Elegido, con alegría, el ver cómo vio a una enferma, y la petición que para ella hacía:

“Señor, no se me quita del pensamiento el pedir que se cure, para que así hablen de Dios, de que está Vivo en su Gloria.

Quiero la curación con tu Nombre puesto en la boca de los médicos.

Cuando voy a pedir, primero pongo tu Nombre y después el del enfermo.

Señor, yo tengo la confianza en que Tú oyes mis ruegos.

Esto me da alegrías y me quita sufrimientos”.

***

Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C3

1 comentario:

  1. Es tan fácil para Dios formar Su Rostro en Humos Divinos como mandar la curación.
    Los caminos de Dios no los comprende el hombre porque no cree en la eternidad.

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