En Sueño Profético decían:
El espíritu
del mal no dejará de hacer mal hasta que declare él mismo que no sirvió el mal
que hizo para desmentir la Palabra de Dios.
Dijo uno:
No puede
haber más escándalo para derrotar la Palabra de Dios que lo que hizo Judas.
Esto fue lo que sembró entre los hombres: “¿Cómo puede ser Dios si yo veía a
Judas con los Discípulos, rozando sus vestiduras con el Maestro?”. Otros
decían: “¿Por qué lo enteraba si era un traidor?”. Y ya, los que no tenían
contacto con el Maestro, decían: “¿Quién será el que tanto defendía al Maestro,
que formó escándalo en el mesón porque oyó ofenderlo desmintiendo su
Enseñanza?”. Otros creían que era Juan, por creer verlo más callado. De aquí
salieron mil razones para el que vivía buscando no encontrarle el Dios.
Desperté, oí:
¿Quién
pensaría que el Maestro lo sabía y que le dejó sentarse al lado del que daba la
vida por él, cuando él estaba intentado venderlo para que Lo mataran?
Dios era
Hombre y tenía que enseñar.
Tenía que
decirle al hombre lo que el hombre es capaz de hacerle a Dios.
Y que el
hombre viera el Permitir de Dios.
A veces una
rotura sirve para que más no se rompan.
Y ya cuidas
de aquello tan grande que se rompió.
Los mismos
espíritus, amigos de Judas –con carne y sin carne– se pusieron en su contra.
Y él mismo se
hizo verdugo.
Creyendo
luego más hombres que era el mismo Dios.
Si estudias
su Vida Pública ponle creencia y Amor.
Pues si esto
te falta, nada comprendes de Dios.
***
Libro 74 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IX - C6
Dios hace todo perfecto aunque el hombre lo crea cambiado.
ResponderEliminarPues aún así quedan algunos que pregonan lo contrario.
Ni Dios se equivocó, ni judas quedó perdonado.