En Sueño Profético hablaban de la fuerza de este Amor, que el
espíritu es el dueño con el Mando de Dios. Decían que este Saber y esta Fuerza
no podían ser de la Tierra. Porque a veces ves un Mando, sin pensar: “¿cómo
caerá este Mando?”. Pero si crees que a este Elegido Dios lo trae a su Gloria
para que esta Enseñanza sea cundida y la aprenda el que a Dios ame, ya tienes
que aceptar el Mando sin ver al Elegido, y sí a Dios, en lo que está diciendo.
Dijo un espíritu con Mando de
Dios:
Lo que el Elegido diga, ya Dios
lo había dicho. Que esto se puede comprobar en la visita a los enfermos. Que
éstos, sus caras, no pueden ocultar la alegría cuando el Elegido llega.
También se dice que no deben
dejar al que se ofrezca para esto cundir más.
Todo es perseguir, como el galgo
a la liebre.
Desperté, oí:
Decían en la Gloria que todo el
esfuerzo se ponga para esto publicar.
Con unos pocos con cargo, que
Esto cogieran, de querer, ya estaría Esto arreglado.
Quería llegar el sueño y lo
detenía este pensamiento.
Y es que Dios hablar todos los
días y el hombre callar, da miedo este pensar.
Que todos se unan y que pronto
esta Grandeza Divina se cunda, y ya verán que hoy es única.
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Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C4
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