En
Sueño Profético decían:
Tu
sufrimiento es por querer que todos vivan bien, pero un bien que venga de Dios.
Si piensas en esto, ves que de la Tierra no es.
Los
bienes de la Tierra, el que los tiene no se acuerda del que no los tiene y vive
en la miseria. Si esto así no fuera, no habría hambrientos que de hambre
murieran.
Sigue
el Mensaje un espíritu con Mando de Dios:
"Estas
Palabras que han dicho en la Gloria, el oírlas o el leerlas te hacen pensar que
no puede ser que no sean para que enseñen cómo vivir el cuerpo para hacer el
Mando de Dios, que es el mismo que cuando bajó a la Tierra a enseñar al hombre
a que se amara y la Paz y la comida la repartiera, y a que luego diera el
perdón al que hizo mal si éste se arrepintió y lo pidió nombrando a Dios”.
“Si el
bueno cumpliera estas Palabras, habría menos malos, más perdonados y menos
perderían la Gloria”.
“El
que Dios elige, siempre quiso lo mejor para todos. Lo quiso y lo sigue
queriendo”.
Desperté,
oí:
A este
Elegido, Dios le contesta a lo que piensa, aunque no lo hayan oído.
Dios
responde al pensar que piensa, aunque no diga palabras para que Dios las oiga,
porque para Dios oír, no le hacen falta palabras.
Todo
es Amor con grande fuerza.
Todo
es pensar: “Si aquí habla Dios, Dios dará la respuesta según a este Elegido el
trato que le tengan”.
Decían
en la Gloria, que todo el bien que aquí hicieran, era a Dios al que se lo
hacían.
Por ser
estas Palabras y este Mando de Dios, no del Elegido.
Los
que están unidos a este Caso, que cojan estos Mensajes como la madre que acuna al
niño en sus brazos.
Que
jamás le llega cansancio.
El
sueño tardaba, y la alegría, el enfado, por esto quitaba.
El pensar
era: “Yo no me enfado, ¡ya llegará el sueño!, así, mientras tanto, más Te pido
que se forme Escándalo”.
Llegó
el sueño y el pensamiento que el Elegido tenía era: ¡Yo no me enfado!
***
Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C1
Era Única su Elegida, como Único es Dios!
ResponderEliminarEstamos viviendo en unos tiempos muy difíciles para la salvación.
No es de extrañar que Dios cogiera esta época para mandar a un Profeta tan Grande como lo fue Anita.