Ser hombre sin dejar de ser niño

En Sueño Profético decían:

El que siente este Amor, ya, sin este sentir, desprecia el vivir.

Al que siente este Amor, siempre le ves Luz en su casa, y tiene que destacarse de los que con él vayan.

Y es que, este gran Amor, sin palabras habla.

Dijo uno:

El no sentir el hombre este Amor, es lo que lo hace inquieto y retirarse de todo lo que sea de Dios.

Refieren mucho en la Gloria, que al no enseñarle al niño que hay otro mundo Eterno, llega a hombre con sentimientos sucios y sin compadecerse del caído que de él pasa cerca, y no le ofrece su mano, y éste en el suelo queda.

Al hacer el bien en el Prójimo, sientes que el Amor a Dios te crece.

Esto sería gran cambio en el viejo y en el joven. El viejo procuraría hablarle al niño, del tiempo, que pronto se acaba, y de que entonces te llaman muerto. Y el joven le diría al niño: “Ahora, de niño, es cuando mejor se aprende a ser hombre bueno para Dios, y ya te podrá elegir para traerte a la Gloria y que puedas decir lo que Dios te dice Aquí, y ya pasarás a la Historia, como pasaron los que sus Ministros en la Santa Misa nombran”.

Desperté, oí:

El hombre tiene la Enseñanza de Dios en olvido para el niño.

El hombre, creyendo y con Fe, puede hacer que el niño no conozca el pecado.

Al niño, que le hablen, diciéndole: “Dios quiere más a los niños que a los hombres que de Dios no les hablan”.

También es Enseñanza el hablarles del cementerio y decirles que allí está el cuerpo que ya está roto y sucio.

Y que el espíritu está con Dios en el Cielo, que es donde están los ángeles que muchas veces a su cuerpo vienen.

Que vienen en la alegría, cuando tú eres niño bueno.

Si el bueno no lo dejas que se vaya de tu cuerpo, vas dando muchas alegrías, que esto es lo que hace falta en estos tiempos:

Ser hombre sin dejar de ser niño.

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Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C1