No me podía dormir, y cuando quedé
durmiendo, en Sueño Profético decían:
Es que la alegría se hace ladrona y te roba
el sueño. Dios ha hecho hoy Presencia en Poder para que Lo vean Ministros y
seglares, lo que nadie puede hacer: la Sagrada Forma –nombrada Cuerpo de
Cristo– que no entre en el cuerpo y salga aprisa convertida en agua, dejándose
ver para el que esté delante y acuda a tan gran milagro, que Dios hace cuando quiere
y donde quiere, sin nadie saberlo antes. Dios prepara los caminos sin saberlo
el caminante, para dar fuerza al espíritu y que el camino no pare.
Dijo uno:
Dios ilumina su espíritu y ya ve lo que no ve
nadie. Que esto sale a su cuerpo, y su Amor a Dios quita las dificultades que
otro ve sin remedio de quitarse. Es el sentir, sin palabras, el que la manda o
la detiene, pero nunca es negado el sentir que siente.
Desperté, oí:
El Poder de Dios
no necesita al hombre.
Y el que ama a Dios,
jamás ofenderlo puede.
Las palabras que has dejado,
Dios las puso
donde convierte el pan en agua.
Esta Verdad, este Amor
y este sufrimiento,
debería pensar el hombre
que es Dios el que está viendo
cómo el hombre está respondiendo.
Dando desprecio,
dando maltrato
y no valorando
palabras ni acción
que bajan del Cielo.
Igual que la prohibición
fue hecha al confesionario,
puede que te llegue
Mando de palabras
para apartar
al que te está despreciando.
Tus palabras sean cortas
cuando desprecien tu mando.
Hoy Dios te ha traído
al sitio donde contaste
los primeros arrobos.
Por creer
que debería ser él el primero
en oír y publicarlo.
***
Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C7
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