En Sueño Profético decían:
Si valoraran el Poder que Dios le
da a este Elegido, no harían nada sin decir: “Yo sé lo que digo, y la respuesta
que me dé, de Dios la he recibido”. Esto sería creer que Dios está Vivo y que
todo está bajo su Mando cuando interviene el Elegido.
Dijo un Espíritu de Dios:
En la historia y en archivos hay
escritos de santos y de apariciones. Pero Dios manda que se diga que Esto es
una gran Enseñanza que Dios manda de su Gloria, para que la Jerarquía de la
Iglesia y sus Representantes sigan sus Palabras como cuando bajó al Tierra.
Decían en la Gloria, que leyeran
la Palabra de Dios, que son los Mandamientos, y verían que el hombre ha
cambiado esta Palabra y en su lugar ha puesto la ley del pecado, premiándola y
poniendo como defensor: “¡Los tiempos han cambiado!”.
Si el hombre pensara en la vida
del cuerpo y en la muerte, pisaría el adelanto, por ser engaño para el hombre.
Si el hombre pudiera hacerse un
seguro para que el cuerpo no muriera, con documentos del adelanto, esto sí sería
un cambio.
Dios coge a un espíritu y lo trae
a su Reino, ya tantos años, para que el hombre eche paso atrás y siga las
mismas Leyes, que son los Evangelios, que en los Libros de la Iglesia están,
sin reformar.
Los Ministros de Dios deben coger
el camino pasado, y el adelanto dejarlo en vía muerta.
Desperté, oí:
A Dios, el adelanto, le manda
sufrimientos. Y Dios, por ser Dios, no responde con un temblor de tierra que
todo lo dejara enterrado.
Es sufrimiento grande que el
hombre ponga sus leyes y las de Dios las ensucie y las castigue.
Entregando a otra carne la carne
que Dios unió, rompiendo así lo que Dios mandó.
Los Ministros de Dios, que son
los que tienen sus Poderes, son los que tienen que quitar esto.
Cuando un cargo grande en la
Tierra da un mando, los que no tienen cargo lo cumplen.
Pues si los Ministros de Dios a Él
representan, es una alegría grande el oírlos decir lo que Dios en ellos dice.
Estos Libros tienen que ser
cundidos, como Dios dice, por todos los lugares donde haya tierra y hombres.
Dios ha dejado mucho tiempo su
Permitir.
Pero con esta Enseñanza, verán
que Dios no puede entrar en su Gloria al que no vivió sus Palabras.
Pueden decir con fuerza y altura,
que como este Caso no hay otro igual.
Dios quiere que esta Enseñanza se
cunda por todo el mundo.
Ya que a la vida del cuerpo y a
la muerte, el adelanto no puede llegar.
El sueño tardó y el despertar fue
pronto.
Todo es Poder de Dios, que le
hace falta al hombre para la respiración.
***
Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C1
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