miércoles, 3 de mayo de 2023

La Paz es el enemigo del Demonio

En Sueño Profético decían:

La Paz es el enemigo del Demonio. La Paz no inquieta, cuando la Paz es de Dios. Cuando es del hombre termina muchas veces en guerra. Pero esto no es Paz de Dios, es paz dicha por el hombre, que a la Paz de Dios le formara quimera.

Dijo uno:

Yo vi un día una Enseñanza que el Maestro dio a sus Discípulos para que conocieran su Paz y la hipocresía del hombre, que es a lo que el hombre le llama paz. Había unos con discusión con fuertes palabras, casi llegando a las manos para golpearse, y llegaron otros queriéndolos aplacar, pero con palabras de insultos, por tratarlos de braceros ambulantes, y ellos considerarse de capa y bastón de mando, por la vida tan acomodada que vivían. Se paró el Maestro y todos presenciamos esta gigante Enseñanza. Éstos que separaban saludaron al Maestro, aún queriendo guardarle distancia. El Maestro no les dejó que la lengua dijera palabras para que el sonido las sacara fuera. Cuando se oyó:

“Deberíais de haber seguido andando, porque mi Paz no lleváis. Vuestra presencia es de paz de hipocresía, porque para separarlos los habéis insultado y se han callado por miedo, no por Amor a mis Palabras”.

Y yéndose para los que se estaban casi golpeando, que eran unos por defenderlo y otros por insultarlo, les dijo a los que Lo defendían y tenían el escándalo:

“Cómo os pueden creer cuando digáis que Yo os enseño. Si mi Enseñanza es para el que está mojado secarlo. Pero cómo lo vas a secar echándole agua. Es mi Padre el que quiere que Yo deje mi Paz, pero no que enseñen a que el hombre se golpee. Si mi Padre golpeara al que Lo insulta a Él en Mí, eran pocos los que no sentirían sus golpes”.

Y otra vez, inclinándose a los que Lo amaban pero les faltaba Enseñanza, dijo:

“Si no correspondéis a su actuación, tal vez se hubieran unido a vosotros. Y al llegar Yo, mi Presencia los calla o los echa detrás de Mí, o piden Perdón a mi Reino donde crean que los puedan oír”.

Desperté, oí:

Los que peor quedaron fueron los que quisieron poner la paz con palabras que de Dios nunca podían ser.

Él bajó entre los pastores para darse a conocer primero a los más humildes.

Si nace en gran palacio, ya desea lo del hombre.

Vino a enseñar el Amor para el rico y para el pobre.

Y su Paz la dejó sin decir clase ni nombre.

Porque su Paz lleva a Él, y el alboroto se esconde.

En el sitio que no haya Paz, no se entenderán los hombres.

Y el que enseñe con violencia, que piense que a Dios ofende.

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Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C2

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