En
Sueño Profético hablaban espíritus de teólogos que ya enterraron su cuerpo.
Decían
de estos Escritos, que no había profesor que pudiera corregirlos, porque al
dictarlos Dios, ellos ya eran alumnos.
Esto
ya baja del Cielo, de este Tribunal Divino. Y todo es para que quede escrito.
Luego está la Comunicación que siente el espíritu del que Dios Elige, que esto
ocurre cuando en sus actuaciones tiene la seguridad de que están bien hechas y
de que nadie se las ha dicho, pero el sentir le da firmeza de que así hay que
hacerlas. Esto no queda escrito, es para que el cuerpo confirme esta Gran
Sabiduría que aparta libros, profesores, títulos, academias y facultades. No
hay tema que no tenga justas Palabras para que den Enseñanza. Enseñanza con la
seguridad de que pueden ver que la Enseñanza va de Dios.
Desperté,
oí:
Publicar
todo lo que hay es lo que puede hacer que el hombre vea que otro caso igual no
hay.
Que
aquí calla la lengua y hablan los Mensajes.
Con la
firma de que estos son recibidos por el Elegido a diario desde hace 34 años.
Y sin
dejar éste de hacerse presente entre enfermos, pecadores y hambrientos.
Recibiendo
desprecios de los que no quieren que Dios hable en estos tiempos.
Con
canto y publicación tienen que cundirse estas Palabras que bajan del Reino de
Dios.
Y
llegarán a muchas manos, y pedirán Perdón a Dios por el tiempo que han estado
despreciando.
El
Mensaje de hoy, son teólogos los que lo han dictado.
Pero
ha sido Mando de Dios y Poder mandando.
***
Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C1
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