En Sueño Profético decían:
Amar a Dios y
ocultarlo no puede ser, porque la fuerza del Amor rompe el silencio. Hay quien
dice que el Amor se lleva por dentro. Pues, el que esto dice, nunca sintió Amor
de este Dios Único, que está en Presencia en todo aquél que Lo quiera. El que
no Lo quiere y Lo desprecia –Dios lo sabe todo–, no tiene de Él Presencia,
porque su Presencia la ven cuando Lo llaman o cuando Él aparta.
Dijo uno:
Cuando yo oía
hablar del Amor de Dios y a Dios no Lo ponían primero, ya me sobraban los
cargos y el dinero, y los veía como muñecos de cuerda, como algo que no sirve.
Me aburría al dialogar con ellos, porque tenía que decirles que aprendieran a
amar, y que si sabían de todo, nada
sabían si no sentían esta Presencia, que es Vida que no acaba.
Desperté, oí:
El Amor sentido,
rompe el silencio.
El Amor sentido, te
hace fiera si te dicen: ¡A Dios no tienes que seguirlo!
Este Amor, cuando
se mete en tu espíritu, porque tú lo llamaste, transforma tu cuerpo y ten por
seguro que algo ya ven que no es de ese Mundo.
Lo que sí dicen en
la Gloria es que sin este Amor eres muerto, aunque te vean vivo.
El Amor de Dios
nunca fue negado al que lo pidió.
***
Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C6
No hay comentarios:
Publicar un comentario