La Fuerza de Dios no hay quien la detenga

En Sueño Profético decían:

¿Cuándo se darán cuenta de que la acción que hace el Elegido es pensamiento que de Aquí llega?

¿Cuándo se darán cuenta de que el Elegido lleva gran sufrir por dentro y por fuera?

Ya, con este sufrimiento, debería darles este pensar: “Yo voy a quitarle sufrimiento, no a darle más”.

¿Quién mejor puede los pasos dar que el que está al servicio de esta Gloria y de Aquí lleva Mensajes para enseñar?

Si hiciera lo mal hecho, ya de Aquí Mando no podría llevar.

Dijo uno:

La Fuerza de Dios no hay quien la detenga. Que esto tiene que pensarlo el que esto crea.

Si quieres que la lumbre se apague, no le eches leña. Pues si ves sufrir, apaga las llamas, aceptando lo que veas que haga en distintos caminos y en distintas paradas.

Desperté, oí:

¡Qué mal pensamiento llega

cuando ves que le intentan reformar

al que Dios trae a su Gloria!

La reforma es para el que tú veas

que no va por el Camino de Dios,

cambiarle para que no siga.

Pero cuando Dios dé

un Mensaje diario,

es Enseñanza Divina.

Y esta Enseñanza

no puede ser corregida,

por ser Dios el que da sus Palabras

en la Gloria Prometida.

Cuando el Elegido diga “voy a hacer”,

no le digas “no lo hagas”,

porque siempre cogerá ganancias.

Que a veces él las gana

y otro las gasta.

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Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C8