Quedé dormida pensando estas palabras: “Señor, parece
que yo no siento nada. Pronto se me va el coraje”.  
En Sueño Profético decían: 
Se va a contestar a estas palabras, para dar fuerza y
Enseñanza. 
Si tu pensar así no fuera, ya no serías Elegido. Y
sería un pensar cualquiera, que si no le llega petición, contagia el enfado y
ya puede apartar de Dios haciendo comparaciones con otros que de sobra tienen y
su cuerpo nunca tuvo enfermedad. 
El que Dios elige, en todo Enseñanza da. Y al
sufrimiento lo encierra para que no pueda contagiar. Que es normal, si no estás
lleno de Dios, que tu dolor a muchos les duela. El que está lleno de Dios, si
la petición no le llega, piensa: “Dios me va a dar otro regalo mayor. Si yo me
enfado, enfado a Dios. Yo sigo contento el camino, y así más me verán el Dios”. 
Dijo uno: 
¡Qué Palabras más sencillas están diciendo en la Gloria!
Que por sencillas, el hombre no las copia. Y si intenta reformarlas, él mismo
se condena. ¿Quién mejor que Dios para hacer reformas y destruir? Pues si esto
no lo hace Dios, es porque hay que seguir sus Pasos, como las estrellas a la
Luna, como el Sol al día calentándolo.        
Desperté, oí: 
En todos tus pasos, pensamiento y acción, va de Aquí
el Mando. 
Y aunque haya impedimentos, jamás podrá haber fracaso,
como muchos lo quisieran. 
Las fuerzas Dios te las manda, y el mal queda
arrinconado. 
¿Qué más puede aprender el que siga tu consejo y siga
tus pasos? 
Y verán alegrías que Dios te irá dando. 
Que son alegrías de Dios que llegan a tus manos. 
El empiezo del Mensaje ha sido también dictado. 
***
Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C4 


 
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