En Sueño Profético decían:
Si tus
fuerzas no fueran de Dios, no pondrían tantos obstáculos como aquí pone el
hombre para que triunfe el silencio. Pero con la Fuerza de Dios se enterará el
mundo de que aquí habla Dios. Que esto sería premio para todos. Pero Dios deja
Libertad hasta que muere el cuerpo. Y una vez que muere, al espíritu le quita
la Libertad y lo manda al Infierno, y sin Libertad de arrepentimiento.
Dijo
uno:
El espíritu pregona en el cuerpo si es de Dios o de los enemigos de Dios. Si Esto es Palabra de Dios, tienes que cundirlo y entregarte más donde mejor te reciban.
Cuando sientas las llamas del Cielo, haz caso a tu pensamiento.
Desperté, oí:
Por
ser Esto de Dios, tienes que estar golpeando como el herrero, para sacar bien
hecho el trabajo.
Aunque
el que no ame no vea el porqué de tu presencia, ya verán los beneficios de tu
obra.
El
Amén hay que decirlo sin pensarlo, porque aquí es Dios el que está hablando.
Que
esto da Paz y descanso.
Esta
noche pasada también ha sido corto el sueño.
Pero
para el Mando de Dios el sueño ha sido largo.
Dios,
en segundos, trae a tu presencia lo más lejos que esté en la Tierra.
***
Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C8
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