En Sueño Profético decían:
Pensamiento que te llegue, piensa
que es Mando de Dios, cuando sea para cundir estas Palabras, que tienen el
máximo valor por ser de la Gloria mandadas.
El que más ama a Dios, no se
cansa de que le mandes, y lo verán contento, queriendo que más le mandes.
Repiten en la Gloria que los que
están unidos deben animarse unos a otros, los que están cerca a los que están
lejos, y así verán que la distancia no importa para estar todos al Mando de
Dios. Que este Mando va diciendo que de la Tierra no es. Este Mando tiene Poder
y Fuerza, y más te acercas a Dios, pero poniendo obediencia.
Dijo uno que termina el arrobo con el Mando de Dios:
Engañan más a los buenos los
espíritus del mal que a los malos. Los malos están a su servicio, que esto no
es engaño.
Los que conocen al Elegido, si de verdad en él creyeran, todo le sería consultado cuando la duda les entrara. Los que cogen el mando con Amor de Dios son los que sirven para todo lo que el Elegido mande.
Desperté, oí:
El que tu mando no haga y tus
palabras desprecie, queda al descubierto que en Dios no cree ni ama.
Si cree, el miedo le da
obediencia. Y si ama, ya todo el creer le sobra.
Repiten en la Gloria, que si
creyeran, tus palabras no serían repetidas. Todo para darles la Gloria.
Tu mando sea cada día con más
fuerza.
El grupo que está unido sabe la
vida que llevas.
Aquí sirve más el que tus
palabras obedece.
Dios no podría elegir si antes de
elegir no dijeran: “Señor, mándame lo que Tú quieras”.
Pues el Elegido no elige, es a él
al que eligen cuando el mando le piden.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C2
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