En Sueño Profético decían:
Dios deja al descubierto al que
ofende al que Él tiene de Mensajero y repartiendo este Amor. Que este Amor Dios
se lo da en el Cielo.
Dijo uno con Mando de Dios:
Los espíritus del mal persiguen las alegría que te van a llegar. Pero la Fuerza de Dios, cuando ve que persiguen, da el premio mayor. Que esto lo pueden ver en el “Abrigo”, saliendo brotes de Agua Divina, dejando gotas sin dejar de ser gotas hasta que pasan horas. El reconocimiento que están haciendo a la vida que haces, no se esperaba. Que éste es sin poner obstáculos y dándolo con grandes ganas.
Desperté, oí:
Si pensaran que Dios le habla al
que escribe estos Dictados, faltarían horas al día dando gracias a Dios por
haberla conocido y estar cerca, oyendo “Dios me ha dicho”.
“Así es la Gloria: nada te pide. Pero
yo quiero que busquen al que pecó y a Dios no se atreve a pedir el Perdón”.
Las alegrías de Dios no se pueden
comparar con otras alegrías, porque no hay otro Dios.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C5
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