miércoles, 26 de febrero de 2025

Cómo despedir al pecado

En Sueño Profético decían:

No temes decir que es mala la visión del que el cuerpo lo lleva con falta de telas, dando alegrías a los que a Dios no aman, que son los que en el adelanto mandan, los que no cumplen los Mandamientos de Dios, y al no cumplirlos, para la Gloria, no son cristianos, y ya cuando su cuerpo muera quedará en la Tierra, y su espíritu quedará en la Profundidad, con el nombre de Satanás.

Esto debería el hombre pensarlo y compararlo: Si has hecho pecado y a Dios has buscado, Dios te da el Perdón. Pero si a Dios no amas, ya vas agrandando el pecado para que no Lo amen. Aquí ya el Perdón no llega, porque no es que tú hiciste mal para ti, es que quieres que muchos hagan el pregón de ir retirando de Dios.

Dijo Agustín de Mónica:

Cuando tú crees en Dios y haces pecado, sientes el sufrir más grande cuando vas a pedir el Perdón. Cuando el arrepentimiento te llega, no puedes pasar días y noches enteras sin poner las rodillas en el suelo y las lágrimas mojarlas.

          – Yo, el tiempo que pequé, era vivir vida sin vida, por las noches tan largas que el arrepentimiento me ponía. Me iba a los mesones y todos me buscaban. Unos con cara de pena y otros de alegría. Cuando esto que estoy contando, ya tenía el Perdón de Dios dado, y este Perdón me ayudó a quitar del pecado a los que yo conocía y ellos a mí. Mi pecado, tengo que decir que fue un sufrimiento grande, y mi arrepentimiento pedía castigo. A esto Dios me contestó una noche que mi cama me despidió, y yo, de rodillas, lloraba. Entró una Luz muy grande. La Luz desapareció y quedó Dios con estas Palabras: “Agustín, el Perdón ya lo tienes, porque tu arrepentimiento no ha sido callado y has quitado del pecado a muchos que estaban pecando. Di que Dios Padre y Dios Hijo te ha perdonado”.

 

Desperté, oí:

 

Este Mensaje es para el que pecó y su arrepentimiento busca a pecadores, diciéndoles el mal que él hizo y que se ve perdonado.

Esto no es lo mismo que el que busca pecadores, diciéndoles que el pecado no es malo y va enseñando a pecar.

Yo iba enseñando el sufrir tan grande que tenía cuando me pudo el arrepentimiento.

Y no podía quitar las rodillas del suelo, y mis lágrimas, a Dios llamaban.

La Imagen de mi Dios, no podía quitarla de mi presencia, cuando yo tenía cuerpo.

Y hoy que estoy en la Gloria con mi Dios, manda a mi espíritu, que con alegría cuente cómo despedir al pecado.

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Libro 72 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo VII

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