En Sueño Profético decían:
El que quiere amar, ama. Y el que ama, ya aprende.
Es más fácil aprender queriendo aprender, que siendo otro el que quiera que tú aprendas.
Dijo uno:
Yo creo que amando, el mismo Amor se encarga de que todo lo hagas amando, contento y sin sacrificio.
Faltando la Presencia de Dios,
todo será fracaso,
todo será sin ajuste,
y en lo llano tropezando;
siempre estarás con los golpes
de tu ira golpeando,
que sin que nadie los oiga,
tú mismo te estás matando.
Esto es vivir,
vivir una vida retirado,
sin tener contacto Aquí.
Dijo otro:
El que Dios trae a su Gloria, va poniendo en contacto a todo el que quiera querer vivir este contacto y practicar este Mando que ahí Dios manda. Si el hombre juntara queriendo su querer y su acción, enseñar a vivir la Presencia de Dios, quedaba en el mundo el sufrimiento como una motita de lana, sería sufrir chico y sin peso, sería una familia sin conocer sufrimiento.
Desperté, oí:
¡Es el Amor el que lleva
a las puertas de la Gloria!
Por eso, el que Aquí traen,
fue su Amor el que lo quiso.
Porque Amor vivió primero.
Y luego quiso llevar
este Amor de Aquí del Cielo.
Que lo saca sin pensar,
y luego, el sufrimiento,
el hombre peso le da.
Pero más puede el Amor,
que no se cansa de buscar.
No se cansa porque busca
a Gloria hombres llevar.
No se cansa porque es Fuerza
la Enseñanza que Aquí dan.
Esta Fuerza es de todos,
el que quiere y quiere amar.
Es Dios el que espera al hombre,
antes de Tierra dejar.
***
Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 28-29-30
Es posible vivir Gloria en la tierra. El Mensaje nos da la clave: pensar, hablar y actuar con Amor.
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