En Sueño Profético hablaban del que más le servía a Dios. Ponían comparaciones de algo que estás llenando pero que aún no está lleno, con algo que ya está lleno o que está rebosando. Decían:
Si lo estás llenando,
puede que, por circunstancias,
dejes de llenarlo.
Y si una vez lleno lo quitas,
no lo ves rebosando.
Pero si llega a tener rebose,
tú no puedes ocultarlo,
y ya todos estarán viendo
el rebose de este cántaro,
que puede beneficiar o cundir
que el cántaro está rebosando.
Pues para servir a Dios,
tienes que tener rebose,
sin ocultarlo.
Si te falta este rebose,
todo lo verás muy lejos,
todo lo verás muy alto,
y antes de empezar camino,
ya te notarás cansado.
Dijo uno:
El rebose puede estar en todo. Hay quien tiene rebose de fantasía de su misma profesión, y está tres días y tres noches hablando y no lo notas cansado. Pues en el Amor a Dios, si te llega este rebose, tú ya te notas molesto si tu habla no es para Dios.
Desperté, oí:
Si no hay rebose Divino,
antes de empezar, te cansas.
Si no hay rebose Divino,
no te salen las palabras,
porque las palabras,
cuando te salen para Dios,
es porque rebose ha habido.
Luego, ya, esta ansiedad
de querer que te comprendan,
tiene que pedirle a Dios
que actúe en el que te oiga.
Pero tú jamás te cansas
de la altura o la distancia.
Llénate de Amor de Dios
y deja que Amor rebose.
Y así ya por donde vayas,
el Nombre de Dios lo oyes.
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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C4
Llevar el nombre de Dios en la boca, con cariño y alabanza,retira el pecado y la tentación queda aplastada
ResponderEliminarEsto siempre se ve en los Santos y en los humildes de corazón