En Sueño Profético hablaban del sufrimiento. Decían:
Hay quien coge el sufrimiento
como capa que te pones en invierno,
que si te falta la capa,
el cuerpo no va contento.
Esto no quiere decir
que la capa sea para el verano
y el cante para el sufrimiento.
Pero si un día la capa
te faltara en el invierno,
acuérdate de aquellos
que van poniendo la mano
para poder recoger
algo que les caliente su cuerpo,
con un poco de comida,
para seguir más pidiendo.
El cante es un decir,
para poner comparación
cuando tienes sufrimientos.
Pero si pones tu sufrir
con los muchos que estás viendo,
entonces achicarás el tuyo,
y a Dios Lo tendrás contento.
Dijo uno:
Que si lo sabías llevar,
ibas acercando a Dios,
y Dios te podía mandar
para servir ya de ejemplo.
Que había sufrimientos
que por su cuido y su protesta,
te apartaban del Cielo,
y ya te seguía el pecado
para el que te fuera viendo.
Desperté, oí:
Son extremos peligrosos
cuando llegan el sufrimiento,
el querértelo quitar
con consejos que te da
el que pecado está haciendo.
O pidiendo los porqués
que ya ofenden a este Cielo.
También retira de Dios
la tristeza y el querer la soledad,
guardándote tú las penas.
Lo que Dios quiere
es que aceptes el sufrimiento
y que más a Él te acerques.
Que si te acercas a Él,
al sufrimiento le puedes.
Y por qué no ir enseñando
que ese camino es corto
y sin Dios lo haces largo.
Pon el sufrimiento en la Cruz
y síguele a Dios sus Pasos,
y ya irás poniendo los pies
donde no llegue pecado.
***
Libro 24 - Dios no Quiere, Permite - Tomo IV - C5
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