En Sueño Profético decían:
¡Qué trabajo cuesta
hacerle pensar al hombre
que esa vida es temporal
y que después está la Eterna!
¡Que trabajo y sufrimiento
el tener que suplicar
que esa vida es la que certifica
para esta Eternidad!
¡Que trabajo y sufrimiento
el tener que ir suplicando
para que acepten este Premio!
¡Hombres con cuerpo de mármol
y espíritu de acero,
que no os conmueve
el sufrimiento que recibe
el que está al Mando del Cielo!
Dijo uno:
Se está aproximando el tiempo
de que Dios le responda al hombre
lo que el hombre está pidiendo:
que no oiga el Cielo súplicas
del que Aquí puso el desprecio.
¡Hombres con cuerpo de mármol
y espíritu de acero!
¡Hombres valorando el cuerpo
y dejando en abandono el espíritu,
de donde depende el cuerpo!
Desperté, oí:
Se ha dicho
hombre de mármol y acero,
por no darle otro nombre,
que pertenece
a espíritus del Infierno.
No da Perdón el Cielo
a los culpables que mantienen
este grande sufrimiento.
El hombre engaña al hombre
e intenta engañar a Dios.
Con este pensar que tiene,
ya vive lejos de Dios.
Y la distancia es distancia
cuando no existe el Amor.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C7
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