En Sueño Profético decían:
Cuando el espíritu tiene contacto en la Gloria, ve pobre lo de la Tierra y le pone la importancia a lo que luego Aquí venga. Que de esta forma de pensar se contagia el que quiera, y ya coge camino seguro el tiempo que viva en ella.
Dijo uno:
Alaban a Dios los ángeles, y ruegan por el que es bueno, para que buenos a Dios mande. Que este “bueno” son reflejos de la vida que tú haces. Esto es vencer el mal, que al mal quiere arrastrarte. Los espíritus de la Gloria que ahí vivieron con cuerpo, hacen ruegos a Dios Padre por los que ahí viven con cuerpo, para que se traigan a su memoria que el cuerpo pertenece a los muertos. Que esta palabra es la última que se lleva el cuerpo.
Desperté, oí:
Hablaban de la Gloria: resplandor Divino que ve el que a Dios llame.
Hablaban de la Tierra: suelo sucio, que al Cielo no puede llegarle.
Decían que el cuerpo, su último nombre era decirle muerto.
En cambio, al espíritu, era pedirle con ruegos para que Dios intercediera por los que aún no estaban muertos.
Lleva tu cuerpo por el Camino de Dios, y ya te unes a estos ruegos.
Que son los que ahí te sirven para quitar el sufrimiento.
El sufrimiento te huye poniendo a Dios primero.
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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C3
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