En Sueño Profético decían:
Dale valor a lo que vaya de Dios y no a lo que el hombre te lleve. Te lleva en el pensar: “Si yo eso lo tuviera y lo pudiera alcanzar, ¡qué feliz me sentiría! El que tenga este penar, no será feliz en su vida, porque la felicidad no te la da aquello que el hombre valora. Esto te puede apartar del Camino de la Gloria.
Dijo uno:
La felicidad la da lo sencillo
y aquello que no te agobia,
pensando: “Ahora pongo, luego quito,
esto no es duradero
ni tiene valor su estilo
porque lo hicieron manos
que no tienen apellido.
Esto es lo que alborota
a la vida de los cuerpos.
Esto es lo que te quita
a Dios de tu pensamiento.
Y esto es lo que no deja
que el hombre viva contento,
cuando tenga para comer
y para cubrir su cuerpo.
Que no te robe la Paz
y no te sientas inquieto
por lo que tiene un valor,
un valor que el hombre ha puesto.
Que la inquietud la acapares
para tener inquietud
en lo que a la Gloria mandes.
Que siempre estés hambriento
con deseos de a Dios más amarlo.
Que vaya detrás de ti
lo que la Tierra valora
y lo que en la Tierra queda.
Si haces este vivir,
vives tú
y a vivir enseñas.
***
Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C2
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