En Sueño Profético decían:
Confianza en Dios,
renta segura.
La Confianza en Dios da,
porque llega tu súplica.
La Confianza ya abre
sin llave la cerradura.
Hay quien tiene confianza,
pero le pone medida,
y ya no es la Confianza
que Dios quiere que tú vivas.
Dijo uno:
Dios quiere que tú te entregues
haciendo lo que Él te diga.
Pero si el Mando no cumples,
Confianza te retira.
A Dios tienes que entregarte
a sabiendas de que es Presente,
que te oye y que te mira,
y en esta Presencia,
ya tu súplica es oída.
Si piensas este pensar,
ya pides con alegría.
También haz por pensar esto:
Si Él llama
y busca siempre para dar,
qué hará con el que Lo siga
y ponga su Confianza
como bálsamo en herida.
Desperté, oí:
No hay quien ame a Dios,
ponga en Él su Confianza
y Dios no le dé respuesta.
Pero hay pocos que amen
y reciban con alegría
la respuesta que Dios manda.
Que mayoría de veces
no se entiende la respuesta
que Dios manda.
Pero si sigues pidiendo con Confianza,
Dios te mandará aceptación
y no retirarás Confianza.
La falta de Confianza
te transforma la visión
y ya ves fuera de la Confianza.
Al que siente Amor por dentro,
siempre le ves alegría
en lo que Le está pidiendo.
Que esta alegría no falta
si piensas:
“Él me está viendo,
y ¿quién me va a comprender
cómo yo Le estoy pidiendo?”.
***
Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C6
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