En Sueño Profético decían:
No hay nota que suba más, que aceptar lo que ya baja del Cielo, que es la muerte y la enfermedad cuando tú has puesto remedio. Lo demás es ya Permitir de Dios, que si tú sufres, ponle a Dios mayor el sufrimiento.
Dijo uno:
Si te pones a repasar los sufrimientos de la Tierra, todos podrían ser quitados, menos la carne que enferma, porque muerte Dios ha mandado.
Que la muerte se debería esperar como la vejez, el que de joven no muera.
Y la muerte y la vida son íntimas compañeras, que mientras vives la vida, sabes que muerte te espera.
De este sufrir, el hombre se queda fuera, y no le puedes pedir que estas dos cosas no lleguen, pero los demás sufrir, son porque el hombre quiere y a Dios no quiere.
Desperté, oí:
La abundancia de tener
es culpable de que existan los hambrientos.
Y los armamentos de guerra
son los que matan a los cuerpos.
Que también es culpable
el que consiente que se fabriquen
a sabiendas de que son
para que el hombre se mate.
Ya, el pecado,
le echa alimento al hombre,
diciendo: “esto no es malo”.
Y quiere que viva el hombre
en piara con la hembra,
diciendo: “cultura y adelanto”.
Que éstos son los sufrimientos
que Dios permite y no son mandados.
***
Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C7
Si la humanidad meditara las enfermedades que conlleva el pecado, el pecado se acababa
ResponderEliminarLa gula es pecado y lleva a la enfermedad
La impureza es pecado y lleva a la enfermedad
Todo pecado conlleva la muerte de una u otra manera