miércoles, 18 de octubre de 2017

Si no cumples la Ley de Dios, no puedes ser hombre bueno

En Sueño Profético decían:

No puedes ser bueno si no cumples la Ley de Dios. Y no puedes querer palabras ni hechos malos si estás con Dios.

Dijo uno:

Esto es lumbre y agua; hierro y madera; herrero haciendo formas con grandes golpes y panadero y alfarero que con cuido meten en el horno el trabajo, para que no se deforme, el tiempo que allí han dado.

Pues más diferencia tiene el que está con Dios en todos sus actos. Y esto es lo difícil si no estás con Dios: el poder imitarlo. Tienes que compadecer al que otro ya ha tirado, y retirarte de aquel que otros tienen por santo, porque le ves actuaciones de espíritus envenenados.

Desperté, oí:

Ponían en la Gloria grandes comparaciones, y tú ya veías la diferencia de uno que está viviendo Palabras o Amor de Dios, a uno que vive por su cuenta, que pone y quita según a él le convenga.

Si estás con Dios no haces sacrificio, no haces esfuerzos.

Tú Le pides fuerzas y haces normal lo que otro no pueda porque le falta el amar.

Hace falta saber poco para pensar y razonar que si no cumples la Ley de Dios, no puedes ser hombre bueno.

Como tampoco puedes ejercer hechos de pecado ni diabólicos y estar al servicio de la Palabra de Dios.

Tu presencia tiene que ser destacada antes que palabras diga tu lengua.

Jesús dice a los Discípulos:

Que os conozcan primero por la acción, y después poned las palabras”.

“La palabra puede ser de un fariseo. La acción no la hace el que mi Reino no ama, ni el que no Me busca porque no quiere mi Presencia en la Tierra
”.


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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C2

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