En Sueño Profético decían:
Pon la Confianza en Dios, y que lo diga tu vida en la forma de actuar, en montañas o llanuras.
La Confianza en Dios te da Paz y te da guía. En unos sitios te acerca, y en otros te retira.
Sin Confianza en Dios eres ave sin campo metida en la ciudad, con grandes edificios delante y queriendo de allí escapar.
La Confianza en Dios hay quien la desprecia, y ya vive la enfermedad de la pena y la tristeza.
Dijo uno:
Siempre oí en mi familia –la que el mismo techo nos tapaba– estas palabras:
Busca una fuente de Fe
y llénate de Confianza.
Que esta fuente tiene que ser
persona que mucho ama
y mucho le creció la Fe
y vive la Confianza.
Desperté, oí:
Prueba a llenarte de Fe,
y verás tu vida cambiada.
Los pies pon en sitio firme,
y en el Cielo la mirada.
Esta mirada,
ya pide a Dios la Confianza.
Si tú respondes a Dios
con todo lo que Él te manda,
ya la vida es para ti
de Paz y de Confianza.
Y verás que muchos viven
con la vida alborotada,
trayéndose a su presencia
lo que a lo mejor no pasa.
La Fe y la Confianza son valores
que el tasador es el mismo
que el que la vida te manda.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C5
Cuanto me recuerda este Mensaje a la oración que sacó mi madre de otro de estos Mensajes y la llevaba en el portafotos del monedero, decía: Señor si tu Fé y tu Confianza las llevo de compañeras yo acepto tu Voluntad y mándame lo que quieras.
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