En Sueño Profético hablaban de las cosas de Dios. Decían que si no
había Amor, no eran comprendidas o les quitaban valor, o en silencio las tenían.
Cuando no falta Amor a Dios, este Amor, sin palabras, te dice: “¿Ves el Poder
de Dios?”. Que este decir es en lo que el hombre no puede hacer y para Dios es
sencillo, si tú te entregas a Dios.
Dijo uno:
Siguiendo los Pasos de Dios en el
que Dios trae a su Gloria el espíritu que aún vive en el cuerpo, ves que
contarlas para que las crean es perder el tiempo si no son con Amor explicadas
y aceptadas.
Con los que Dios te ha mandado,
ya no tienes que buscar a nadie. Porque éstos son los que se han puesto delante
de ti, queriendo a Dios servir. Que es gran diferencia tener que ir detrás y
siempre con miedo por si se negaran a cantar lo que Dios manda en su Gloria
dictar.
Desperté, oí:
Dices poco si pones el nombre de
milagro en la voz, si piensas que ya ha cumplido unos años de mujer, y su voz
no se ha oído como hoy se oye, sin esfuerzos y sin profesor que la haya
descubierto.
Si dice “yo no sabía que sabía
cantar”, dice más verdad, y para todo su nombre sacarán.
Se ve a Dios en todo, pero aquí será
más escándalo cuando pregunten: ¿quién te ha enseñado?
La respuesta será: “si yo nunca
he cantado”.
“Esto me lo ha dado Dios, y yo
estoy dispuesta a tener siempre su Mando en el Mando que Él quiera”.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C1
No hay comentarios:
Publicar un comentario