En Sueño Profético decían:
Dios no puede traer
a su Gloria, para que enseñe luego ahí, a uno que no quiera ser cristiano. Dios
no puede enseñar lo que enseña el que a Él no sigue. Ni enseña ni acepta su
enseñanza. Dios la permite, como permite el peor de los pecados.
Hay dos maneras de
ser cristiano: Una, al nacer. Y otra, ya de hombre, cuando tú quieres saber lo
que quiere decir “cristiano”. Entonces puedes hacer lo que quiso Dios Hombre
que Juan a Él le hiciera, bautizarlo para que el hombre viera que Dios era
bautizado.
Dijo uno:
Por eso, el
bautismo es un Mandamiento de Dios, por Él mismo cumplido, como todos los que
mandó. Todos los demás salen de amar al hombre. El hombre, con sus teorías,
quiere transformar el día en noche y la noche en día; el varón, en hembra, y la
hembra, en varón; y al niño, quitarle su inocencia. Quitarle la inocencia al
niño es como Sol sin resplandor, que ya sería imposible que a la Tierra
calentara.
Pues el hombre y su
adelanto le ha cambiado al niño el cuento que ayuda a criarlo, por la maldad
del pecado, que el niño ve y repite como pollito que nace, que va picando donde
la gallina madre. Pero, ¿cómo echarle huevo para que cría saque?
Desperté, oí:
Ser cristiano te exige
que sigas a Dios
sus Pasos.
Que perdones y que enseñes
a que sean
bautizados.
Que trates con Caridad,
como Dios te está
tratando.
¡Qué razón te dan
en la Gloria, del
bautismo!
Pues al que no sea cristiano,
cómo Dios lo va a arrobar
para que de Él vaya
enseñando.
Que el Arrobo es para que siempre
vayas comunicando,
y que puedan aprender
lo que a ti te han
enseñado.
***
Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C4
No hay comentarios:
Publicar un comentario