En Sueño Profético decían:
Si tú vives con Dios, Dios
siempre estará en tu compaña.
Si tú vives sin Dios, cerca de
Dios será larga la distancia.
Si tu pensamiento lo ocupa Dios,
su Nombre te sale en palabras.
Dios es Presencia al querer del
hombre, pero tienes que ser tú el que Lo busques y te ofrezcas, diciendo:
“Señor, yo sé que donde estoy, tengo tu Presencia. Estoy esperando tu Mando,
que me da la Paz Eterna. Paz, en la que ven alboroto aquellos que la Paz no
sienten”.
Dijo uno:
Al hombre, esté donde esté, no le
falta de Dios Presencia. Pero tiene que vivir apartado de la Tierra, servirse
de lo que dé y poner a Dios en preferencia.
Desperté, oí:
Si vives Presencia de Dios,
tú pides y Él contesta.
Si vives Presencia de Dios,
Él te pondrá los caminos
para que todos vean
que no vas solo,
que Dios va contigo.
Esta Presencia te sale
en tu forma de vivir,
en tu casa, en la calle.
En la alegría que repartes,
en achicar el sufrir,
que el que no tiene Presencia de Dios,
pone tan grande.
La Presencia de Dios
no la puede quitar nadie,
cuando tú digas:
“Señor, yo vivo
para servirte y adorarte.
Con tu Presencia
yo recorro los caminos
y espero que Tú me mandes”.
***
Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - cierre de libro
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