Señor, perdóname

En Sueño Profético hablaban en la Gloria de estos Escritos Aquí dictados. Hablaban varios y uno contestaba. Todos los que hablaban defendían al Elegido. Pero el que contestaba, con estas Palabras que Aquí dictan, lo hacía con contestaciones que Dios en él daba:

“Aquí ya sobran las palabras de defensa, por tener Esto, todo lo que Dios ha dicho en arrobo, como Sello Divino. Pues tan sólo el leer estos Escritos te hacen no ver tierra y sí ver Cielo. Tienen Mensajes de Visiones que Dios en los arrobos le ha hecho ver al Elegido, empezando por su Nacimiento y terminando por su Crucifixión. En ellos le hablan del caminar del Maestro con sus Discípulos; del Sermón en la montaña; de sus Discípulos cuando estaban con Él en la Cena, todos, los 12, sentados en la mesa, con sus manos y sus brazos puestos en ella, esperando las Palabras de su Maestro, que son estas que dictan, las que les hicieron a todos cambiar la cara y pensar:

“Sé que alguno de vosotros Me hará traición. Pero el Poder de mi Padre en Mí hará que resucite mi Cuerpo y vean la fosa vacía”.

También Lo vio bajarse de la Cruz y, enseñándole los Pies y las Manos, decirle estas Palabras:

“No llores. Si a Mí no Me pasa nada. ¿Ves mis Pies­? ¿Ves mis Manos?

Y no se vieron heridas.

Desperté, oí:

Pueden decir, presentando Escritos y hablando de Visiones, que no hay otro Elegido que tenga esta Enseñanza.

A la Madre Virgen la ha visto en varios momentos –en hechos que están dictados y escritos– con José el Patriarca.

De la Gloria hay escritos que ningún teólogo puede escribir ni hablar igual.

Le han hecho sentir éxtasis, y los arrobos son diarios desde hace ya 37 años.

Despierta le han enseñado cómo se desprende el alma del cuerpo.

A Dios Padre Lo ha visto sin Cuerpo, y le han explicado el porqué Aquí no existe cuerpo.

Esto es de tan inmenso Poder, que hay que coger todos los Mensajes para poder hablar y oír el amén.

Pero un amén donde las palabras “Señor, perdóname”, se oigan lo primero.

Con todos los Mensajes donde se habla de Visones, se podría hacer un Libro, describiendo los lugares que en el arrobo se han visto.

Y este Libro no se podría comparar con ninguno, por no haber nadie que pueda presentar esta Enseñanza dicha en la Gloria.

Que pronto se oiga Esto en alta voz, para que el mundo no olvide que existe Dios, con Cuerpo, Vivo.

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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C4