En Sueño Profético decían: 
El que sigue tus pasos, ve a
Dios, aunque no vea su Imagen. Las cosas que aquí pasan ves que es Dios el que
las hace. Dios no deja al Lugar que ama y se ofrece a que Le mande. 
Dijo uno: 
Esto ya tiene su tiempo cumplido
para el silencio. Que silencio no quiere Dios. Dios quiere lo que van a hacer: sacar
todos los Libros y los documentos que se puedan; que hablen de esta Grandeza de
espíritu. Que Dios arroba, y cuando el espíritu vuelve al cuerpo, su entrega es
con una gran obra en el Prójimo. Que esto está reconocido, pudiendo presentar
títulos que sirven para justificar las Palabras que Dios dijo cuando vivió de
Hombre y que están escritas: “Por
vuestras obras reconocerán que sois míos”. 
Desperté, oí: 
En la noche que ha traído a este
día te quitaban el sueño las alegrías. 
Y es que razón tenían estas
alegrías. Porque lo que has pedido tantas veces, ya está concedido. 
También te da alegría el ver, a
todos los que están aquí cerca, unidos. 
Dios no deja al que sigue sus
Pasos. 
Lo espera y de Glorias lo llena. 
Dios da su Gloria de muchas
maneras.
***
Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C2 


 
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