En Sueño Profético decían: 
Sufre más el que sabe
el sufrir que
a Dios Le llega. 
Sufre más el que más ama
y ve que a
Dios Lo desprecian. 
Y sufre más el que sabe
que hay otra Vida después
de que deje ésa. 
Dijo uno: 
Es sufrimiento grande
querer dar la Enseñanza,
que Dios espera en su Gloria
y que esa vida
hay que dejarla. 
Es sufrimiento grande
que Dios arrobe tu espíritu
para que de la Gloria hables
y el hombre
quiera que calles. 
Tiene que perder la Gloria
el que aquí manda el desprecio
y tiene que cundir al mundo
este
Evangelio. 
Que detrás de esta palabra
manda el Cielo que se diga
que Evangelio es
Palabra dicha por Dios
o diciendo. 
Si Dios no es Vivo,
no va palabra Evangelio,
pero que Dios está Vivo
lo sabe
hasta el que
no quiere saberlo. 
Que mire al Cielo,
que mire a la Tierra,
que mire la vida de los cuerpos,
que mire el adelanto del hombre.
¿Qué vida le puede ofrecer
a los campos
ni a los cuerpos? 
Esta Enseñanza va de la Gloria
y el hombre no
quiere saberla. 
Desperté, oí: 
Tienen que ver cada día
que el Instrumento más desprecia
por Mando que
le da el Cielo. 
Saca los días,
horas, meses y años
que tuvo el
primer arrobo. 
¿Cómo puede el hombre pensar
que vaya detrás de aquel
que supo el primer arrobo
y hoy el
desprecio dé? 
¡Hombres muertos ya en el cuerpo,
sin querer de
Dios saber!
***
Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C7 


 
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