En Sueño Profético decían: 
El pecado siempre quiere el
hombre decir, no, ésto no es pecado. Son los menos los que conocen la
actuación del espíritu del mal. 
Dijo uno: 
Al hombre le molesta que se hable del pecado. El hombre se cree irresponsable no hablando de él. Cuando viví mi mida con materia, vi a dos amigos míos un día que tenían una fuerte discusión hablando de lo que era pecado y de lo que no lo era. Uno era el de la razón, y razón hubo que darle. Ya dijo: Cortemos este tiroteo de palabras, y quede claro lo que yo digo: todo lo que hagas que a Dios agrada no es pecado”. Ahora, tú haz lo que Él tiene mandado, y ten por seguro que cuando llegue tu llamada, te presentarás sabiendo que Dios te llama, porque el que ha vivido haciendo lo que Dios no manda, ése, no tiene llamada de Dios, ése, tiene Juicio de Dios Padre, que con su Mando lo aparta. El pecado sabe todo hombre que va en contra de Dios, el que viva pecando, no está con Dios. El que pecó y vuelve camino atrás, a Dios llamando, éste, recibe el Perdón, y ya queda perdonado. Esto es vivir sabiendo lo que es el pecado.
Desperté, oí:
Donde hay razón de Dios,
tú tienes que razón darle.
Uno quería decir que,
¿ quién sabría decir
este pecado es más grande?
El que pecado no hacía,
no podía discutir
con el que en él vivía. 
Qué razón más poderosa,
que haciendo lo que Dios manda,
fijo te lleva a su Gloria
El hombre quiere pecar
diciendo al que no peca,
¿quién sabe lo que es pecar? 
El hombre no pecaría
cuando Dios no perdonara. 
El hombre debería amar,
para que nunca este Dios
tuviera que perdonar. 
Dios perdona, pero antes
sufrió por tu perdonar. 
Ama y no pidas Perdón,
y date por perdonado. 
***
Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C7 


 
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