En Sueño Profético decían:
Rogar por lo que Dios permite es querer lo que Dios no quiere. Y si no aceptas su Voluntad, en contra de Dios te pones. Y ya no le llames vivir a vivir enfado con el que tiene el Poder de los dos mundos para crear y deshacer, para dejar otra vez al mundo sin vida, hasta crear otra vez.
Dijo uno:
¡Qué sencillo es lo sencillo que Dios quiere que viva el hombre! Que es que coja esa vida sabiendo que a este Mundo pertenece. Y que vida y muerte son los dedos de las manos, que todos juntos se mueven. Y que donde está la vida, vive con ella la muerte.
Hay muerte con desafío, diciendo: “cobarde muerte”. Y otras veces es que Dios manda que llame a tu puerta la muerte, y tú contestas poniendo impedimentos con lo que ha estudiado el hombre. Pero si va muerte con Mando, vida en el cuerpo no queda, y es muerte que Dios ha mandado.
Desperté, oí:
Va el Mensaje, a que aceptar lo que Dios manda, no es igual que aceptar lo que Él no quiere.
Y que rogar en su Permitir, puede quitar el sufrir, que es más sufrir por saber que Dios no quiere.
El hombre confunde el Querer de Dios con el Permitir, y entonces a Dios ofende.
Ofende cuando es muerte mandada.
Y no se cansa de coger el Permitir de Dios y cambiar muerte por matado.
Hay más enterrados por el Permitir de Dios que por Dios haber muerte mandado.
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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C4
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