En Sueño Profético decían:
No hay alegría mayor, que hacer este pensar: “Yo Le estoy sirviendo a Dios y no me llega el cansancio. En esto ya veo a Dios”.
Dijo uno:
Si eres por Dios mandado, nadie mejor que tú lo sabe, cuando sientas la ansiedad de querer que más te manden y querer que todos lleven el camino de salvarse. Esto, el hombre que lo sienta, hace parada en su vida y ve que no hay Paz sin hacer servicio a la Humanidad. Que ésta, pocas veces responde valorando los valores que Dios da. Pero si tú lo haces por Dios, ¿quién mejor que Él te puede pagar y ver cómo haces el Mando al espíritu y al cuerpo, para espantar al pecado?
Pecado: hecho que siempre va a Dios desafiando.
Igual que a los hechos que Dios manda obedecerlos, hacerlos y enseñarlos, les mandas glorias y alabanzas, igual mandas sufrimientos a Dios cuando su Camino has dejado.
Desperté, oí:
Hay quien peca por pecar,
y hay quien peca
sin saber que está pecando.
Y hay quien está haciendo mal
por no querer oír
lo que Dios está hablando.
Que este pecado
quiere el hombre taparlo.
Que lo tapa el que no piensa
que tiene que ser por Dios juzgado.
Si esto lo pensara el hombre,
de generación en generación,
lo iría enseñando.
No hay pecado mayor
que despreciar la Palabra
que sabes que va de Dios.
Porque con este desprecio
ya aumenta el pecado.
***
Libro 30 - Investigacioens a la Verdad - Tomo IV - C5
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