Hay mentiras tan bien dichas, que a veces verdad te crees. Pero en las cosas de Dios la verdad se hace presente y ves mentira sin Dios, porque Dios no consiente que con su Nombre se tape el hipócrita y el farsante. La mentira en la Palabra de Dios, Dios no la consiente.
Dijo uno:
La Palabra de Dios lleva el Dios delante. La Palabra de Dios dicha en un Lugar lleva fuerza incomparable con la palabra del hombre. La Palabra de Dios, diciéndola el mismo Dios en su Gloria, va dejando al descubierto al que engaña diciendo: “Yo a Dios quiero y adoro”. No puede ser amar y despreciar; nombrar a Dios cuando vivió de Hombre y después de su Resurrección no aceptar lo que dice en su Reino; nombrarlo cuando vivió y negar su Existencia y sus Palabras dichas en el Lugar que Él quiera, que antes este Lugar buscó y adoró su Existencia.
Desperté, oí:
Hablaban en la Gloria y decían que cómo el hombre podía decir mentira en el Amor a Dios.
Que el que decía que Lo amaba y no acudía a donde a diario daba un Mensaje para el mundo entero, él solo se quedaba al descubierto.
Si fueran sólo palabras podría haber polémicas y dudas.
Pero lo que Aquí Dios dice al espíritu, luego manda a la materia que lo escriba, siendo dictado por espíritus de la Gloria con el mismo Mando.
Aquí, calle sabiduría de la Tierra y hablen letras.
Luego, que comparen y verán puro Evangelio, hoy dicho y escrito.
Aquí la mentira no cabe porque las Palabras dichas quedan en Documento Divino.
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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C6
Aquí solo cabe decir un AMEN como una torre!!!
ResponderEliminarEs el mejor "examen" cuando hablas de Dios "hablando"
Los que llevaban la capa de ser unos buenos "cristianos", les nombras este Evangelio y se quedan "destapados".