lunes, 30 de noviembre de 2020

Al que diga “yo amo a Dios”, tienes que verle Obediencia

En Sueño Profético decían:

Para que aprendan, tienes primero que enseñar a que practiquen la Obediencia. Si uno que tiene Obediencia a las cosas de Dios te dice que ama a Dios, da el sí sin segundo de demora. Si uno que no practica la Obediencia a la Palabra de Dios te dice que a Dios ama, retírate de él.

Dijo uno:

El Amor a Dios no puede ser Amor si no hay Obediencia. El Amor se retira del desobediente.

Estas Palabras fueron dichas por Dios Hijo cuando todos vieron sus Pies andando por la Tierra antes de ser clavados:

El que ya Me conoce, si no va a obedecer mis Palabras, que no venga en mi busca, porque enseñará a la carne a vivir la desobediencia, y tendrá doble pecado. Yo soy el primero que enseño la Obediencia, haciendo todo lo que manda mi Padre”.

Dice otro Aquí en la Gloria, que oyó muchas comparaciones al Hijo del Hombre para enseñar la Obediencia:

Un día, dice, que estaba él sembrando con otros sembradores, y que al pasar el Maestro, se pararon, ya que el Maestro se dirigió a uno de ellos y le dijo:

   ¿Son las tierras tuyas o trabajas a jornal?

   –¡No!, yo no soy dueño, yo administro estos terrenos con el poder que el dueño me ha dado, y cada año hay más abundante cosecha. Todos cogemos la azada a la misma voz de la obediencia, que la obediencia es que todos los que aquí trabajamos amamos a Dios Padre, que Amor manda desde el Cielo.

Y señalando al mulo que el arado enganchado llevaba, dijo:

   –¡Hasta el mulo tiene obediencia! El que lo lleva le manda, y va labrando la tierra. Pero oigamos el dicho que el labrador siempre lleva:

¡Arre, y sube la cabeza

con orgullo de obediencia!

Y ya va marcando el surco

mejor que si a mano se hiciera.

Esto no cabe la duda

de que es Amor y Obediencia.

Sólo contestó el Maestro:

   Seguid con esa Obediencia, y ya no hace falta que digáis que amáis a mi Padre.

Todos hicieron una reverencia, y conocieron a Dios Hombre.

Desperté, oí:

No conocían al Maestro,

y el Maestro se presenta.

Quería que los Discípulos

vieran aquella Obediencia.

Para que cuando caminaran,

llevaran vivo el ejemplo

del Amor y la Obediencia.

Si no hay Obediencia,

los surcos salen torcidos,

y no puede haber siembra.

Siembra de recolección

de una abundante cosecha.

Allí Dios pisó la tierra,

y los milagros manaban

con fuerza de la Obediencia.

No puede haber Enseñanza,

si no existe la Obediencia.

Hay quien se pierde la Gloria

por faltarle la Obediencia.

Al que diga “yo amo a Dios”,

tienes que verle Obediencia.

***

Libro 10 - Hechos de Jesús Peridos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - C5

1 comentario:

  1. Si se escarba bien a fondo queda a la vista la Verdad, que quien guarda la obediencia es que ama.
    El obediente, ama
    El que ama,obedece.

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