En Sueño Profético hablaban
de lo corta que es la vida
cuando no es vida con Dios,
y de lo larga que es la vida,
siendo la misma vida,
cuando vives
con Dios.
Cuando no es vida con Dios,
pronto todo se termina
y, antes de que lo pienses,
la muerte vida te quita,
y ya te llega el pensar:
“No merezco el vivirla,
habiendo hecho tanto mal,
sin pensar en el final
que es la
verdadera Vida”.
Esto es un
pensar:
En el sufrimiento,
si no vives con Dios,
es larga la
vida.
Los días se hacen largos,
las noches no se terminan
y se clavan en tus sienes
como corona de
espinas.
Esto es vivir
sin Dios:
Creer que no necesitas
esta Vida que no acaba,
que cuando mueres
es más Vida.
Entonces es cuando ves
que a la vida sin Dios
deberían quitarle el nombre
hasta vivirla
con Dios.
Desperté, oí:
Cierto que la palabra vida
no va el decirla el hombre,
cuando no es
Vida de Dios.
Vida y Verdad son
Dios.
Vida Eterna es
Dios.
Pues sin esta Vida
no has vivido vida,
has vivido desesperación.
Días tristes, noches largas,
con pensamientos
en contra de
Dios.
A esto no le llames vida,
porque la palabra Vida
ya lleva el
nombre de Dios.
***
Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C5
Que bien refresca aquí el lienzo: YO SOY LA VERDAD Y LA VIDA.
ResponderEliminarNo va decir "vida" sin poner a Dios primero.
Fuera de Dios no hay vida, fuera de Dios solo quedan lamentos.