En Sueño Profético decían:
El vivir del Elegido no se puede
comparar con ningún otro vivir, porque el mando que tiene es Dios el que se lo
da. El que esto no lo vea bien, que se retire de la presencia del Elegido y
piense: “Yo no voy a saber más que el que Dios trae a su Gloria”.
Al que su espíritu viene Aquí por
que Dios lo trae, pero todavía vive su cuerpo, verán que le pasan cosas de las
que tienen que decir: ¿Cómo eso se lo han concedido, si en la Tierra nadie
puede decir que tiene esos papeles firmados reconociendo su vivir para el
Prójimo?
Otra vez repiten en la Gloria que
si este Caso hoy es único, el poder recibir al Elegido tiene que ser como el
más grande premio que a tu presencia llegue.
Hablaban de la Semana Santa.
Decían que las calles se llenan una vez al año para ver las procesiones, y la
gente acude a ellas contenta, se oye la música y hay convites y risas con
motivo de la Semana Santa.
Va gran diferencia de hacer esto,
a lo que hace el que Dios le da Mando para que diga cómo es la Gloria, cómo es
ver a Dios en el monte con los Discípulos hablando. Esta Visión, al Elegido se
la ha hecho Dios.
Desperté, oí:
Hablaban en el arrobo, del
Elegido. Decían que el que cree en Dios, al Elegido tenía que tenerle distinta
amistad y comunicación.
Con creencia de que Dios da el
pago quitándole enfermedad o sufrimientos, que nadie puede quitar como no sea
el Poder de Dios.
Para Dios nada es imposible.
Lo que tienen que tener es la
creencia de que Dios es Único en el Cielo y en la Tierra.
Estando escribiendo este Mando se
Dios, que es lo que dicen en la Gloria, los “Humos Divinos” me tapaban la
libreta, me paraba, pero lo hacía contenta.
Si piensas en lo que Dios te
manda, el sufrir no se te agranda.
Este Mensaje tiene palabras para
que piensen que estas alegrías no son las de la Semana Santa.
Porque ya son muchas semanas,
muchos meses y muchos años –que aquí se pueden llamar santos– los que Esto
pasa.
***
Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C6
Hace ya bastantes años,contaba mi madre y mi abuela, que en la semana santa le ponían hasta un paño liado al almirez para no hacer ninguna clase de ruido en reverencia a esos días tan solemnes.
ResponderEliminarSe está perdiendo todo el respeto y cada vez se le da menos importancia a las cosas de Dios.