viernes, 15 de julio de 2022

Adelanto, ¿para qué sirves, para ofender a Dios?

En Sueño Profético decían:

¡Poder de Dios, que el hombre no piensa en este Poder!

¡Poder de Dios, que con un número alto de truenos, el mundo quedaría como antes de hacerlo!

Si al trueno, Dios no le quitara la fuerza, la descarga sería de miedo. Y el poder del hombre sería tortuga enferma, sin fuerzas para moverse.

Adelanto, ¿para qué sirves, para ofender a Dios?

Dijo uno:

Al hombre de estos tiempos le hace falta que Dios su Poder lo ponga a la vista de todos, para que piense lo que nunca han pensado, si no se ha visto en peligro y sus inventos arrastrados sin servirle. Que si Dios no sujetara su Poder, el temblor de tierra, los truenos, el agua y los rayos, con su luz y golpe, al hombre enterrarían.

Desperté, oí:

¡Poder de Dios, que por falta de amar, el hombre no cree ni teme lo que puede hacer Dios!

¡Poder de Dios, que en la noche puede acabar el mundo con la luz del rayo!

Decían en la Gloria que estos Poderes con este escándalo le hacían falta al hombre.

Le hacían falta para que pensara que adelanto sin Dios es perder la Gloria.

Si el hombre pensara en los dos Mundos, odiaría el adelanto, que este adelanto es matar cuerpos y romper los Mandamientos.

Si el trueno lleva fuerza, más pronto acabaría el mundo un movimiento de tierra.

Debería avergonzarse el hombre cuando a Dios ofendiera.

Aunque no fuera por temor, que fuera como hace con el que manda en la Tierra.

***

Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C2

No hay comentarios:

Publicar un comentario