En Sueño
Profético hablaban
de la petición para que reconozcan la obra que hace el que buscó a Dios, siguió
sus Pasos y Dios después eligió, dándole Poder para conocer a los espíritus que
no son de Dios.
Dijo
uno:
Al que
hoy le has entregado el libro de las firmas que hacen esta petición, no dejará
de llevarlo donde sepa que hay cargos que tienen poder para ponerlo de mesa en
mesa y que vean que no exagera el que habla de este Caso.
Si
lees detenidamente los cargos de los que firman, no puede ser que no conozcan a
la que para ella la petición hacen.
En
Esto ya se ve silencio roto.
Las
alegrías te ayudan en la vida de materia a que subas y bajes las cuestas. Unas
se ven. Y otras, ocultas quedan. Pero es vida dura buscar sin descanso quien
firmas ponga sellando este Caso.
Desperté,
oí:
Que
esto sea lo primero: buscar quien firme que este Caso es cierto.
Es
para pensar, que a los Caminos de Dios, el hombre, para ensuciarlos, no puede
llegar.
Intenta,
pero en el intento Dios lo echa para atrás.
¡Es
pena tener que ir detrás del hombre para que diga que Dios está hablando!
Una
vez que lo saben si siguen los pasos del Elegido y ven su responder, sin
quejarse y queriendo más Servirlo y Amarlo.
Todo
el que sienta este Amor, busca al Lugar que Dios le da el Mando.
Y hace
lo que hoy han hecho: llevar firmas y ponerlas de mano en mano.
El que
no sienta este Amor, es bueno para el hombre, pero malo para Dios.
Guardar
Poder que Dios deja y cerrar las puertas a Dios es no creer, o creer y no amar,
que es mucho peor.
***
Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C4
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